Parte 6

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Cuando regresé, casi destrocé la puerta, en ese momento yo no era Eren, si, ese chico paciente y temperamental había desaparecido y sólo quedó un demente que no sabía cómo desquitar su furia. "Lo sabía, lo sabía, lo sabía, lo sabía..." Desde tiempo indefinido, mi mente cansada no dejaba de repetir las mismas frases, algo debía hacer, esto no se podía quedar así, lo primordial ahora era eso.

Caminaba en círculos por la sala, todo se me había salido de las manos, si, una respuesta, eso esperaba, algo que haya olvidado, algún punto débil, incluso el enemigo final de los videojuegos tenía uno, los Ackerman no distaban mucho de un dragón salvaje arrasando con lo que está a su alrededor.

Escuché unos pasos provenientes del pasillo, me giré hacia esa dirección con la mirada perdida, pude visualizar a mi madre, observándome con clara preocupación, ella se veía igual que yo, absorta en su mente, de la nada, la culpa me atacó, a mi cerebro no le bastaba con todas las emociones que lo atacaban como feroces zombis, sino que también ese sentimiento de lo más angustiante se dio el lujo de instalarse en la boca de mi estómago, oprimiendo mis entrañas, me invitaba a agacharme y sentirme más pequeño de lo que soy, mi lugar era estar cerca del suelo, de la suciedad, de la insignificancia, ahora ya no era un "lo sabía", sino un "es mi culpa", los dardos seguían siendo lanzados, tenía deseos de llorar pero los suprimí, lo que menos merecía era la autocompasión...quería ser libre, quería tener mi espacio, ser dueño de mis decisiones...pedí demasiado y estas eran las consecuencias. -Sé lo que estás pensando.- La voz de mi madre me liberó de todo mi aturdimiento.

-¿Qué dijiste?- Suspiró con cansancio

-Dije, que sé lo que estás pensando.-

-¿Ah sí?- Me encogí en mi sitio, ella qué podía saber...

-Hijo, no es tu culpa.- La miré con asombro. -En realidad yo me busqué esto.-

-¡¿De qué diablos hablas?!- Posó una mano en mi hombro para que la dejara continuar.

-Esa familia, no es normal, era consciente de ello pero yo me aferre a una amistad que no valía la pena.-

-Estabas sola, necesitabas compañía- Negó en un vaivén.

-Cómo es que una simple amistad se convirtió en algo así, me siento tan mal, pero, yo lo permití, dejé que me manipularan y no sólo a mí, también te pase trayendo a ti, así que soy doblemente culpable....-

-No digas eso.-

-Es la verdad.-

-Yo también tuve que ver, debí ser sincero, debí platicarte todas las cosas que vi sospechosas desde un principio.-

-Lo hiciste, me lo repetiste muchas veces hace tiempo, que algo no era normal, pero yo nunca te escuché, era obvio que pensaras lo inútil que sería insistir en el tema.- A pesar de sentirme como una basura, el recibir este apoyo de mi madre me hacía sentir mucho mejor, sin embargo, el tiempo estaba medido, y a una conclusión se debía llegar antes de que fuera tarde.

-...Oye, te tengo que decir algo muy importante.-

-Dime.-

-Es sobre las opciones.-

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Fui a la escuela, como todos los días, una amenaza no es un impedimento para seguir mis estudios, necesitaba una solución, una esperanza; me desvelé pensando en los posibles desenlaces y ahora me quebraba la cabeza en la biblioteca, se encontraba vacía como siempre, eso me facilitaba el pensamiento, de nuevo, estoy divagando...si me negaba, papá perdería su empleo, así que nuestra economía se irá a la ruina, si aceptaba sacrificarme, no habría diferencia con la forma en que he vivido hasta ahora, sin embargo, no me extrañaría que Kuchel me obligara a dejar mi hogar, sumando que me asusta la idea de que ya no me quiera para sus hijos sino para ella, aunque hablando de ellos, los gemelos podrían hacer algo...¡No! Prefiero pedirle a su hermano sicario que me asesine, aunque podría convencerlo con aceptar casarme con Mikasa y garantizar la salvación del negocio familiar, es una opción muy factible...

Blanco o NegroWhere stories live. Discover now