Capitulo 4

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Nicolás Pineda

Me siento terrible por decirle eso  a Berni, siento que no me presto atención del todo de regreso, a parte se sintió un aire gigante entre él hacía Julieta, siento pena por ella... La metí en todo esto... A parte de seguro Berni se dará cuenta de algo y se enamorara de ella, y serán novios... Felices por siempre... Solo simplemente eso, y yo seré el mal trío, hace una semana descubrí que no me sentía atraído por Julieta de ninguna forma, hasta la fecha me sigo preguntando ¿por qué estoy celoso del futuro?, mi corazón solo le pertenece a Lucia... Ya se lo había contado a Julieta pero a Berni no... ¿Por qué no se lo cuento?, para arreglar todo, pienso en eso mientras que me preparo para ir a la escuela.

Me dirijo a la parada y por primera vez, solo tardan 3-4 minutos (calculados por mi), en lo que llegan los Monterde, saludo a todos sus hermanos y obvio a Berni, platicamos durante un gran rato.

Siempre hablamos de casi lo mismo: coches, viajes, futuro, calificaciones, trabajos de la escuela, nuestros hermanos, apuestas, cosas que queremos, chicas guapas, y Connie.

Connie es una chica de mi salón que la considero mi mejor amiga, aunque Julieta haya sido la primera que me hablo, pero bueno la característica de Connie es que a ella le gusta Berni.

- tal vez por eso son tan amigos, ya sabes... Cosas en común- ¡genial!, ¿terminaste de ofenderte conmigo?.

Descubrí que puedo hablar con la voz en mi cabeza, así no me siento solo (#foreveralone), pero desde que dije lo de Julieta se enojo conmigo, y ya no me quiere hablar.

-¿quién te crees?, ¿y qué te pasa por la cabeza?, (yo), para que sepas yo no soy alguien con quien hablar, soy tu conciencia que te recuerda no hacer estupideces, parece que estoy haciendo mal mi trabajo,
¡Yo soy la única que sabe que sientes en realidad!, deberías estar en el suelo rogando por qué te hablara, pedazo de mierda- ¿lo que siento en realidad?, patético, parece que mi cerebro cadete de originalidad- ¡conciencia!, no cerebro, ¿sabes que hay una gran diferencia verdad?, ¿por qué te hablo?, estoy enfadada contigo, ¡púdrete en el infierno, con Jesusa!- se sigue quedando acerca de lo idiota que soy, durante todo el camino a la escuela, luego se cansa y me vuelve a aplicar la ley del hielo.

Después de un rato, me comienza joder para que le diga la verdad a Berni, no estaría mal, me siento fatal por haberle mentido, no debí de hacerlo, ¿algún día me perdonará?,
-¡no!- grita la voz enfadada de nuevo.
-te tengo que poner un nombre...- pienso- ¿cómo te quieres llamar?.

-¿cómo me quiero llamar?, no digas ridiculeces, ¡tengo nombre!-¿tiene nombre?
-¿cuál es?
-como si te lo fuera a decir!.
Sin pensarlo mucho decido algo....

Voy a decirle la verdad a Berni.

BerolasWhere stories live. Discover now