Emma y el Italiano --Editando--

Cap 9. ¿Estás bien?

Luego de que Emma conversara con sus amigas, Ignazio se la llevó del hospital ya que se encontraba relativamente bien, y tomaron un taxi que los dejó frente a la casa de Emma y su madre.

Emma: Cielo -lo miró a los ojos- estoy muy nerviosa

Él la tomó de la mano.

Ignazio: Cariño, todo estará bien, estamos juntos en esto -le sonrió tiernamente-

Emma miró hacia el cielo, con todo lo que había sucedido, no había notado que estaba anocheciendo, sacó sus llaves, y abrió la puerta.

Ella lo miró una vez más, y él le sonrió para tratar de tranquilizarla, caminaron juntos hasta llegar a la entrada de la cocina, donde se encontraba Amalia, la madre de Emma, ésta al verlos se acercó a ellos con una sonrisa que despareció al ver el brazo de su hija.

Amalia: Cariño, ¿Qué te pasó? ¡Oh mi Dios!

Emma: Mami, tranquila, estoy bien-sonrió, su madre la miró con una ceja alzada, pidiéndole una explicación- sólo fue un pequeño accidente -aclaró-

Amalia asintió un poco dudosa y se giró hacia su yerno.

Ignazio: Buena noches Amalia -sonrió-

Amalia: Hola hijo -le sonrió de vuelta- Creía que regresabas hoy a Italia

Ignazio: Sí, señora, pero surgieron unas cosas-miró a su novia, le sonrió mostrando su pequeño hoyuelo y tomó su mano- muy importantes -concluyó-

Amali: Oh -se limitó a decir-

Ignazio: Que tienen que ver con usted, Señora

Amalia lo interrumpió.

Amalia: Hijo, te he dicho muchas veces que no me digas señora

Ignazio: Es cierto -sonrió- el punto es -tomó aire- que me quiero casar con su hija

Amalia abrió mucho los ojos, hasta se puso pálida, Emma creyó que se iba a desmayar, pero su madre rápidamente recuperó la compostura.

Amalia: ¿No piensan que es muy pronto, y que están muy jóvenes?

Emma: Anda mami, danos tu bendición, yo sé que quieres lo mejor para mi, y nada me haría más feliz estar siempre junto a él

Amalia pareció pensarlo, pero al final accedió.

Ignazio: Amalia, también debemos contarle otra cosa

Ignazio abrazó a Emma por la cintura para darle fuerzas.

Amalia: Adelante, los escucho chicos

Emma: Mami, estoy embarazada