Comenzamos a salir más, Alan conocía la ciudad a la perfección y yo no sabía ni donde vivía, el se empeñó en que yo conociera lo más bonito de la ciudad y así fue, me llevó a lugares que jamás había visto y no pensé que existían. Conocí muchos lugares y aprendí a andar en la ciudad. Me quitó el miedo de andar sola, y de viajar en metro, me enseñó a amar el rodar en bicicleta y muchas cosas más.
Cada momento que pasaba con el era tan hermoso, descubría que teníamos aún más cosas en común, éramos tan parecidos. Alan me hizo ver el mundo tan diferente, ahora ya me arreglaba, no se si lo hacía bien o que pensaba de mi al verme, ¿le habrá gustado como estuve hoy?
Lo acompañaba a todos lados y el a mi, no quería salir con nadie más. Pasaron los meses y yo lo amaba aún más, comenzaba a creer que era el amor de mi vida, todo marchaba tan bien. Era tan perfecto. No me celaba, no se enojaba, siempre teníamos temas de que hablar, nunca se acababa el tema de conversación, me sentía tan a gusto con el y al parecer el también. El me hacía reír demasiado, era también mi mejor amigo. Le contaba todo lo que me pasaba, habíamos creado una relación tan bonita y llena de confianza, que ya nada nos daba pena. El me hizo una carta tan linda, agradecía cada mañana a Dios por haberme enviado a ese hombre tan perfecto.
Pasaban los meses y cada “cumplemes” le hacia algo, los regalos que yo le daban eran hechos por mi, tal vez eran muy cursis, pero yo lo hacía con todo mi amor. Llegó el mes 6 y parecía todo marchar de maravilla, creo que iba mejor que nunca y decidimos salir a un parque con lago y lanchas. Ese día fue tan divertido y genial, aunque nos mojamos por la lluvia que cayó ese día. No quería separarme de el jamás-, , a su lado me sentía tan segura, sentía una paz tan bonita. El me prometió que jamás me dejaría, que estaría siempre conmigo y quien diría, me dijo que se veía en un futuro conmigo, casados. Sentí tan lindo cuando me dijo eso por que yo también sentía lo mismo, era el mejor.
Una tarde platicando y jugando comenzamos a besarnos, la ropa empezó a sobrar, y nos llenamos de caricias y besos, todo empezó a subir de tono, y ya sabía por donde iba todo, me sentía muy nerviosa, jamás había estado con nadie, de verdad lo amaba y decidí estar con el esa noche, fue tan lindo, era mi primera vez, y la había tenido con el chico que amaba, no pudo haber sido mejor, no solo fue tener sexo, le abrí mi corazón y oe estaba dispuesta a darle mi vida y dedicarme a amarlo siempre.
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Por siempre Alan.
Teen FictionNo siempre el amor verdadero lo tendrás con el amor de tu vida. No planeo parece una escritora, sólo quiero compartirles mi historia, disculpen si tengo mala redacción.