Una vuelta de 180°

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Algunos días después comenzamos a pelear por cosas bobas, y así empezó, algunos días estábamos bien, pero de nuevo comenzábamos a discutir, cosas tan sin sentido, a veces era mi culpa y a veces de el, pero yo ya no quería seguir así, quería arreglar las cosas, un día tratando de solucionar todo el me dijo que mejor nos tomaramos un tiempo. -¿Qué? ¿Un tiempo? ¿para qué quiero un tiempo? Yo sé perfectamente que te amo y que quiero estar contigo- Le decía esperando que recapacitara y que no tomara una desición equivocada. El me dijo que necesitábamos pensar bien las cosas, por que últimamente habíamos estado peleando mucho. Yo no necesitaba pensar nada, yo no quería abandonar el barco como un cobarde, yo quería estar con el y arreglar las cosas. Pero al final termine aceptando un poco resignada. Yo sentía que me estaba dejando, todo se estaba tornando muy oscuro y confuso, aunque el decía que no me estaba dejando, que era solo un tiempo. Faltaba poco para nuestros cumpleaños y ya habíamos quedado de pasarla juntos. ¿Qué iba a pasar ahora? Yo solo lloraba por que no sabía por qué me hacía esto. El decía que todo iba a seguir normal, que me quería en serio, sólo necesitaba pensar las cosas. Pero yo siempre he creído que si amas a alguien no tienes por qué pensar nada.
Yo seguía yendo a su casa por el trabajo que tenía, lo veía diario y era tan confuso. Una noche mientras Alan dormía ví su teléfono, y quería saber si había alguien más, o quería encontrar la razón por la cual me estaba dejando. Tome su teléfono y comencé a revisar; oh cielos, ojalá nunca lo hubiera tomado, maldita sea, era Anna, ¿en serio? La chica con la que me juraba nunca pasaría nada. La chica que pensé nunca le había gustado. Le había escrito que al fin habíamos terminado y ellos por fin podrían salir juntos. Maldita sea, me repetía tantas veces. No sabía cómo reaccionar, ¿Qué debía hacer? Me quedé paralizada, no sabía si llorar, enojarme, reclamarle. ¿Qué putas debo hacer? Alan estando dormido, lo comencé a golpear, tenía tanta rabia y tanto coraje junto con dolor dentro de mi, que no supe como sacarlo, -Eres un mentiroso, un maldito mentiroso- le decía mientras lloraba. El no sabía que pasaba, así que le aventé el teléfono y sólo se quedó mirandolo desconcertado. No me decía nada y eso me hacía sentir tan impotente. Quería llorar, quería morirme, quería golpear a Anna, eran unos bastardos los dos. Me abrazo y me dijo que el me quería a mi, que era un error y en realidad no quería nada con ella. Le dije que no era así, que me dejara en paz, que ya no quería saber nada de él. En realidad si quería estar con el, sólo quería que me pidiera una disculpa, después de todo lo que ví, aún lo amaba, sólo quería que el me dijera que me amaba. Pero jamás paso, me tomó la palabra y no me molestó. Era una tonta, ¿en qué falle? ¿Qué hice mal?

Por siempre Alan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora