Princesa De La Mafia

CAPITULO 19

Sebástian fue ingresado a la clínica con la cabeza rota, Rick fue con él en la ambulancia. Yo me quedé empacando la ropa de Avalanna. Me voy y me la llevo con migo. No me importa si él es el padre biológico, yo soy su madre y los tribunales siempre favorecen a las madres y más si hay millones de euros sobre la mesa.

- Mami, ¿porqué nos vamos sin papi? - su vocesita hizo que mi estómago saltará

- papi y yo... cariño, nosotros... tu papi hizo algo que a Mami no le gusto e iremos por un tiempo a vivir en un hotel

- ¿vas a asustarlo para que se porte bien?

- si amor, voy a asustarlo - una pequeña lágrima se escapó de mis ojos, delatandome con mi bebé

- hay que darle un gran castigo a papi, no puede hacerte llorar. Hay que poner plomo en sus cejas, eso me dijo él que hay que hacer con quienes te hacen triste - me abrazo, Sonreí ante la inocencia de sus palabras.

Tome las maletas y las lleve al auto. Con mi niña abordó, salí de la mansión Black con la mitad del corazón en la clínica con la cabeza rota y la otra en el asiento trasero.

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Los dos primero días sin sebástian, fueron feos. Casi no dormí pensando en su estado y como término todo. Al tercer día, cuando baje a recepción a petición de la recepcionista, encontré a sebástian con un ramo de rosas gigante y la cabeza vendada. Tuve un pequeño flaqueo y lo abrace, pero enseguida me recompuse. Me pidió perdón y lloró porque regresara a la casa con su hija.
Mi orgullo es mas cuesta más que un par de rosas.
Luego de cuatro días mi habitación parecía floristería. Tuve que llamarlo

- maldito estúpido, deja de enviarme flores, ¡Joder! ¿que carajos te pasa?

- por favor, skay, vuelve. Devuélveme a mi hija, devuélveme a tu corazón - sentí su voz quebrarse por el llanto.

- No, yo no volveré. ¿para que me quieres devuelta? Fui error. Adiós y deja de buscarme.

Otras tres semana después, y luego de cinco hoteles más, ya que sebástian nos encontraba y me llenaba de flores, recibí una llamada de Liliana Black.

- Necesito que vuelvas. Skay, mi hijo se esta desmoronando ante mis ojos. Cuando no está llorando, esta bebiendo. Se ha vuelto un adicto al alcohol. Cuando logra dormir, se despierta gritando tu nombre y el de Avalanna. No puedo ver como mi hijo muere. Por favor.

- liliana, no puedo. Él... Él no me quiere. Pero le llevare a su hija. Solo de visita.

Y aquí estoy. Adentrándome en la mansión.
El corazón martillando con fuerza contra mi pecho

- ¿ ya le levantaremos el castigo a papi? - me pregunto Avalanna reconociendo la mansión

- no amor, solo estamos de visita. Tus abuelitos quieren verte y papi esta un poco enfermo - su carita formó una mueca de llanto y su labio inferior tembló. Para finalizar en llanto. - cariño, papi va a estar bien, solo debes abrazarlo y decirle cuanto lo amas.

Bajamos del auto en el garaje y liliana nos recibió.

- ¡abu! Te extrañé mucho -

- yo igual, princesa. ¿quieres ver a tu papá?

La respuesta fue inmediata, ella la tomó de la falda y tiroteo de ella hasta la salida.
Me sentí cohibida en cuanto puse un pie fuera del garaje.
Este lugar fue mi hogar durante meses. Aquí regrese a la vida. Me enamoré y me fui con el corazon adolorido, roto. Y ahora estoy de vuelta con ganas de llorar y quedarme.

- ¡Skay! - la inconfundible voz del príncipe arrogante lleno la sala. Solo ver a Nícolas hizo que toda la muralla que estuve construyendo para aislar todo lo relacionado con sebástian se vino abajo. Corrí hacia él y me deshice en llanto.
Me abrazo con fuerza