CAPITULO 3

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Avalanna salta, grita, ríe. Es la primera vez que la veo hacer todo eso y me hace feliz. Pero no deja de preocuparme el hecho de no poder recordar nada y tal vez en algún lugar alguien nos esté buscando, mientras yo estoy aquí haciéndome pasar por alguien que no soy.

Mire a la ventana y me topé con un Sebástian sonriente, tiene la misma sonrisa encantadora de su madre. Tanto que me hizo sonreír. Nuestras miradas se cruzaron y acto seguido su rostro se endureció como roca y por arte de magia mi sonrisa se hizo más grande, acabo de descubrir que me gusta molestarlo y creo que me voy a divertir.

Él despareció de la ventana para aparecer un minuto más tarde caminando hacia mí como una miss universo en pasarela. Hasta caminar lo sabe ver más guapo. Se nota que se dio un baño, su rostro está más fresco y huele a... no sé qué.

Cargo a Avalanna.

- Sígueme sus habitaciones están listas

Me resigne y lo seguí, me llevo hasta lo que sería mi habitación, está justo frente a la de Avalanna. Intente que mi expresión fuera neutra, pero lo dudo, la belleza que se extendía ante mí es impresionante, me limite a agradercerle

Esto es genial, es como una mini casa... punto para el loco violador

Cuando se fue, abrí el closet, era como tener una boutique personal, vestidos, zapatos todo lo que una chica ama, de las mejores marcas y a medida

Para ser un asesino en serie, tiene buen gusto

¿Conciencia, será que puedes callarte y dejarme disfrutar de esto? Revise cada uno de los vestidos, uno más bello que el otro, Giselle me aviso que debía estar lista en una hora para la cena, porque me presentarían oficialmente como la desgraciada novia del engreído, molesto y malditamente guapo Sebastián Black.

Estoy segura que ninguna persona con cuatro dedos de frente estaría aquí, haciéndose pasar por la novia de un tonto niño rico, pero aquí estas tú, y de paso yo

Todo esto por mantener a Avalanna con vida, hasta donde sé debo ir de gala, no entiendo el porqué, es solo una cena familiar, pero igual no me importaría estar siempre de gala con esta multitud de vestidos. Al final elegí un D&G color dorado con un escote no muy profundo al frente pero con la espalda al descubierto por completo.

- Señorita – dijo Giselle entrando a mi habitación – ¿quién es usted? Skarleth Cavalcanti no existe, ella fue solo un pretexto del joven Black para no venir.

Me atragante con mi propia saliva, trate de sonreír pero no pude

No le puedes decir la verdad, invéntale algo, ¡rápido!

- ¿De donde sacas semejante cosa? – Trate de fingir confusión , pero mi corazón amenaza con salir corriendo

- No lo niegue señorita, yo se toda verdad. Tranquila. Puede confiar en mí

No le digas nada, no la conoces

Ignore totalmente la voz de mi conciencia y le conté la verdad, pensé que sería una buena opción tener una amiga aquí, en medio de esta locura. Al confesarle que solo llevo horas con Sebástian y ya lo odio, ella se echó a reír

- En el fondo, es buena persona

- Lo odio, y amo cuando se enoja, que es cada cinco segundos, llega a ponerse todo rojo. Confieso que es divertido

- Odia que hablen sin permiso, que lo griten, que le lleven la contraria, que se le acerquen demasiado y lo saca totalmente de quicio que le toquen el cabello – me guiño y salió de la habitación

Princesa De La MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora