-Isabella-Mi mirada va gacha, como la mayoría de las veces, Amanda y sus secuaces se burlan de mi, sus risas chillonas me molestan de sobremanera, pero si hago algo en contra de ellas sólo lograría que me odiaran más, Melissa nunca hace nada para defenderme, y en parte lo agradezco, prefiero que me molesten a mi que a mi mejor amiga.
—Isabella, vámonos de aquí —dice mi amiga después de que Amanda haya hecho un comentario despectivo respecto el atuendo que uso el día de hoy.
Asiento.
Mi mirada me hace parecer más ingenua de lo que en realidad soy, me encamino hacia la oficina del director, en donde colocan quienes han sido los mejores del curso: Andrew Biersack.
Igual que siempre, no entiendo como alguien tan engreído, popular y galán puede tener siempre el mejor promedio. Segundo lugar: Isabella Skyes. Yo. Mi aspecto no me ayuda a caerle bien a los profesores, sin embargo siempre eh hecho todo lo posible por agradarles. Digamos que vestir de negro y tener un piercing pequeño en la nariz ya te convierten en toda una matona hoy en día. Pero no me importa.
Nunca me eh autoflagelado ni nada parecido, de hecho, soy remotamente feliz. Perdí a mis padres hace tres años, cuando apenas tenía catorce, esa navidad fue la peor de mi vida, ahora vivo con mi hermano Liam, la persona más linda y amable del mundo, él se encargo de mi cuando mis tíos no lo hicieron, pues él tenía dieciocho, ahora veintiuno, es un reconocido productor, no es el jefe ni nada parecido, pero hace una combinación excelente de sonido. Y yo. Yo trabajo en una pequeña cafetería, sé que Liam gana lo suficiente en un día como para subsistir todo el mes, sin embargo no me gusta quedarme sentada y tener lo que quiero sin mover un solo dedo, prefiero aportar una cantidad pequeña pero significativa.
—Buenos días —saludamos Melissa y yo cuando entramos al aula de matemáticas. El profesor Quinn nos mira despectivamente mientras tomamos nuestros asientos.
El profesor Quinn comienza a charlar sobre ecuaciones que mi mente no quiere entender, así que comienzo a hacer garabatos sin sentido en mi cuaderno, las líneas comienzan a entrelazarse y a tomar la figura de una hermosa mariposa, saco mis lápices de colores dispuesta a hacer una obra de arte, cuando la punta de mi lápiz toca la hoja una pequeña bolita de papel golpea en mi mano. Enojada volteo dispuesta a averiguar quien a hecho eso, mis ojos se encuentran con Andrew, su vista se encuentra mirando hacia el frente, lo que me hace pensar por un jodido segundo pensar que no ha sido él, sin embargo la sonrisa burlesca pintada en sus facciones me hace saber que ha sido el, así que la tomo de vuelta y se la lanzo, la mueca sorpresiva en su rostro hace que la realidad me golpeé.
“El realmente no esperaba que hiciera eso.”
—Isabella Skyes, a detención —la voz del profesor me detiene de gritarle obscenidades.
— ¿Qué? —digo en tono indignado—. Si él ha comenzado —me defiendo señalando a Andrew.
— ¿Yo? —dice “Andrew” en tono incrédulo y a la vez burlesco—, no es mi culpa que trates de llamar mi atención —se mofa.
— ¿Llamar la atención de un imbécil como tú? —espeto y me levanto de mi lugar al igual que él.
—Nerd.
—Imbécil.
—Aburrida.
—Hueco.
—Emo.
—Idiota.
— ¡Ya basta! —grita el profesor.
Ambos volteamos y lo miramos, no puedo creer que este a punto de mandarme a detención por culpa de un neandertal como lo es Andrew Biersack, el comenzó, y me importa un poco menos de kilo y medio de mierda si nadie lo vio, yo lo se.
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Ángel
Novela JuvenilA él fácilmente podrían confundirlo con el mismo demonio, pero una vez que rompes la coraza descubrirás su ángel. Ella a simple vista era un ángel, pero escondía un demonio que luchaba día tras día por liberarse. Dos almas totalmente destruidas. Un...