03. Heather Corman

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Julio 27, 2016

20:58

Sigue de pie en la planta baja, esperando a que haya alguna acción acerca de los gritos que he dado cuando he escuchado el disparo, pero honestamente no encuentro una respuesta y eso hace que me irrite. Estoy segura que ese disparo no fue uno de mis padres, pues era demasiada casualidad que se diera justo en el momento en que alguien me llamara por teléfono.

Sin duda podía llamar a la policía y hacerle saber que estaba pasando, pero no quería que alguien me tomara un pelo de tonta  haciéndome bromas, por lo que aun con mi traje de baño solamente puesto, subo poco a poco hasta el segundo piso con mi celular pegado a mi pecho, esperando que alguien cometiera algún acto para poder tomar cartas en el asunto, pero nada sucede y los minutos se convierten en años. En este piso hay un pasillo largo pues contamos con cinco cuartos: El de mis padres, el mío, el que era de mi hermano, uno de huéspedes y el otro solo se utiliza para conservar pertenencias que van surgiendo.

Una de las situaciones que causan en mí este temor es que sé que algo pasa en el cuarto de mis padres, porque puedo presentirlo sino ya hubieran venido a preguntar por mí. Así que me dirijo directamente hacia su puerta donde la luz está encendida, así que solamente me basta con empujar un poco la misma para poder observar que estaba pasando.
Lo primero que mis ojos hacen notar es a mi madre recostada en aquella cama, como si estuviera dormida, pero sé que no estoy loca y lo que escuché fue un disparo, así que me acerco rápidamente a ella, dejando mi celular en la cama para moverla y no despertarla de susto.

— ¿Mamá? — Pregunto no para saber si es ella, más bien como esperando una reacción, pero no veo que haga si quiera un esfuerzo para despertar de su sueño — Despierta mamá... — Exclamo mientras la muevo de su brazo pero esta no despierta. Parece como si la hubieran sedado.
Sin embargo, eso no era lo más extraño, mas bien era el ruido que escuché en el baño, como si estuviera alguien escondido, pero la puerta estaba medio abierta y me parece extraño que no me hayan siquiera llamado para ver como estoy.

Camino con prisa hacia dicho punto y empujo el objeto que mantiene cerrado dicho lugar, pero me llevé lo que estaba buscando.

Estaba ahí de pie con una gabardina y capucha de espaldas, pero se giró rápido mientras me miraba a través de esa máscara donde se escuchaba una risa. Estaba una persona en mi hogar con el cuerpo muerto de mi padre detrás de él en la bañera.
Mi única reacción fue llevar mi mano derecha a la boca, pero reacciono rápido para dar pasos hacia atrás cuando aquél ser detrás de su rostro oculto me muestra un cuchillo ensangrentado.

En mi mente se dibujaban muchas escenas que no hacían más que perturbarme, pero trato de reaccionar y entonces me giro para salir corriendo de ese sitio, mientras el escalofrío recorre mi piel, aunque giro mi cabeza para percatarme que el asesino me seguía, cosa que resultó totalmente positiva, así que apresuré mi paso para bajar las escaleras que me parecerían eternas pues en mi mente solo se dibujaba el cuchillo atravesando mi espalda.

Lo primero que vino a mi mente fue claramente llamar a la policía, pero ¡Vaya tonta! Ni siquiera me había dado tiempo de tomar de nuevo mi celular y el teléfono estaba en la cocina, así que preferí correr hacia la puerta de enfrente donde seguro podía encontrar una salida, pero ni siquiera traía las llaves conmigo para abrir el portón que daba a la calle, así que cuando giré la perilla para ir al exterior, me giré de nuevo y me percaté que ya no estaba siendo perseguida.
Por un momento me detuve a pensar que si salía y gritaba alguien podía escucharme y ayudarme, pero también le daba oportunidad al asesino de aniquilarme; por otro lado estaba la segunda iniciativa, la cual decidí tomar, que fue dejar la puerta para que aquél creyera que quizá había escapado, por lo que me fui hacia el pasillo de mi izquierda, el cual daba a la sala, pero había una pared antes de poder entrar, lugar donde me detuve por segundos a respirar mientras podía observar la puerta por si alguien pasaba o poder ver la luz de la sala en caso de que reflejara una sombra.

Entonces las luces se apagaron.

Aquél maldito bastardo o bastarda había sido astuto al querer nublarme la vista, pero quizá yo había sido mejor pues pude percatarme que aquella persona salió a echar un vistazo al exterior, por lo que me adentré en la sala rápidamente y mi único movimiento fue esconderme entre el espacio que había en unos sillones. Me pegué mis rodillas a la boca y me introduje en aquél sitio, donde a mi derecha estaba la pared y a mi izquierda el sillón, ambos al roce de mis brazos mientras que frente a mí estaba otro sillón que seguramente podía taparme.

La puerta se escuchó cerrar.

Seguramente se dio cuenta que no había escapado, así que ahora bajar el switch le había servido a gabardina , como he preferido llamar a la persona, pues estamos jugando a las escondidillas, aunque he podido notar que las luces de la piscina siguen encendidas puesto que algún reflejo se ha visto en la entrada de la sala por el lado de las escaleras.
¡Eso era! Mi sala tenía una entrada por la entrada principal y otro al bajar las escaleras, ambas situadas en el medio de su respectivo lado, así que quizá debía aventurarme a hacer ruido en la sala y subir las escaleras rápidamente.

Con temor, levanto mi mirada donde me percato que nadie está conmigo, así que me pongo de pie para acercarme a la mesa que está en medio del territorio, de donde tomo un águila que era de adorno, la cual no me gusta mucho de todas maneras, así que primero decido asegurarme que haré lo correcto, por lo que salgo del lugar donde me encuentro por el sitio de las escaleras y me pegó a la pared de la sala, llegando hasta la esquina donde puedo ver la piscina y parece no haber nadie. Entonces he de tener que echar un vistazo hacia el comedor, el cual está ubicado a metros de la puerta, y es ahí donde le veo, por lo que regresó mi cabeza a mi pequeño escondite y decido tomar acción.

Estando segura de que no me ha visto pues gabardina se encontraba de espalda, me dirijo de nuevo a la entrada de la sala, donde respiro profundo y lanzo el águila que traía en la mano, todo esto con la intención de que aquella persona crea que estoy ahí pero me he de dirigir al piso de arriba... de nuevo, pues sin luz, solo me queda recuperar mi celular para tratar de salvarme de algún modo.
Vuelvo a dirigir mi mirada hacia el comedor y me percato que ya no está, además comienzo a escuchar ruidos en la sala, así que creo que mi plan ha funcionado, por lo que me tomo del barandal y comienzo a subir las escaleras en busca de mi escapatoria.

Yo la asesinéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora