Los celos de Victor (Victuri)

la explicación

Luego de un rato de caminar, Yuri había vuelto a casa y Viktor lo estaba  esperando en la sala.

—¡Ya regresé! —Anunció desde la entrada

–Bienvenido a casa Yuri —Se acercó a él, sonriente, pero con un aire de preocupación

—Gracias Victor —Respondió este, sin notar nada extraño en la voz del contrario.

—Yuri... —Lo tomó de la mano y miró hacia abajo. Su mirada era algo sombría y parecía estar evitando a toda costa los ojos de su pareja.

—¿Qué pasa, Victor? —Lo miró algo nervioso.

—Lamento haber sido duro contigo...podrás perdonarme? —Dijo el peliplata, avergonzado

—Por supuesto — Dijo, abrazando y besando su mejilla, aunque aún algo pensativo sobre lo ocurrido más temprano —Te perdono, Victor

Victor había comenzado a llorar y lo abrazaba con fuerza. —¡Perdóname Yuri! sabes que no te quiero lastimar

—¿De qué hablas? que no eres capaz de eso —Se acurrucó en su hombro, tratando de calmarlo. —Sé que quieres lo mejor para ambos

—Yuri, lo lamento....sabes que lo que hago es por tu bien... yo no quiero que sufras...

La forma en que hablaba comenzaba a asustarlo, pero sería mejor no demostrarlo. Seguramente sólo causaría un gran malentendido.

—Y yo no quiero que te enojes conmigo —Lo miró con amor y juntó sus frentes —Tú eres lo que me motiva a seguir patinando

—Sólo que...no me interesa si estás con alguien más...no mientras seas feliz...no me importa si no es a mi lado, si no fueras feliz conmigo no me lo perdonaría. No soporto verte con aguien más. Me duele... Uh, pero por ti lo aguantaría... en cambio...si alguien se atreve a lastimarte o incomodarte esa persona no tiene mi perdón, nadie tiene el derecho de tocarte, ni mucho menos de hacerte daño....Yuri...yo....

Ahora el japonés comprendía todo. Finalmente sabía que era lo que había incomodado a su amado. Sólo que no sabía que le había afectado tanto  mucho menos que había llegado a la conclusión de que él ya no lo amaba.

—Ahhh es por lo de Chris  —Se aferró a él con fuerza y luego lo soltó ligeramente, para verlo a los ojos.  —Victor, ¡Chris no me gusta!—Tomó sus mejillas y las acarició con suavidad. –¡Tú eres el único que me hace feliz, el que me motiva, el que me da confianza de seguir adelante! ¡Eres todo lo necesito y más! ¡Nunca te dejaría, porque no puedo vivir sin ti. Nunca te dejaría por alguien , p-porque. Te-te amo demasiado!

—Te admiro desde que te conocí, y cuando me escogiste entre tanta gente, encontré un sentimiento que nunca creí poder experimentar y eso es amor.

—¡Yuri! —Gritó Victor. Le salían lágrimas de los ojos, al igual que a su amado. —También te amo demasiado, y por eso me duele tanto no haber estado ahí para ti. Sé que seguramente tenías miedo y no pude estar ahí para impedirlo. No soporto que alguien te toque o te haga daño. ¡Seguro no te gustaba la idea de que te besara alguien más que yo, por favor, si alguien te intenta hace algo márcame o si estoy cerca grita y te juro que dejo de hacer lo que esté haciendo para ir a protegerte!

—Victor... —Dijo, asombrado —Eso haré. Lo prometo

El mayor sontió con amor y acercó aún más su rostro al del contrario, feliz de que ahora se hubiera resuelto el malentendido y que su Yuri estuviera a salvo.

—Déjame quitar el amargo sabor que hay en tus labios y cambiarlo por algo más dulce y apasionado —Lo besó con ternura y acarició su cabello, perdiéndose en la dulzura de los labios de su amado.

El pelinegro se puso rojo de la vergüenza, pero continuó con el beso, tomando la mano de su novio y guiándola hasta su cintura

—Te amo, Yuri, —Dijo el peliplata, acariciando su cintura con delicadeza, sin separar sus labios de este.

—Te amo igual, Victor —Contestó el otro de la misma manera, tratando de recuperar el aire, pero eso no fue posible, ya que el contrario volvió a acercarlo a sí mismo para continuarlo besando.