Capítulo 30

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Jueves 17 de junio

Aún recuerdo ese día, cuando Amy llorando suplicaba irse de acá, que no aguantaba un día más en su casa, ese día que su papá la golpeo. Desde ese día, ella ya no volvió a ser la misma, ella estaba más distante, más fría de lo normal.
Hasta donde Karl me había contado, Amy ya había entrado al mundo de las drogas, eso que tanto le reclamó a Joshua, ella también estaba en eso.
Pero ella pudo entrar gracias a su enamorado Tyler, que también estaba ahí, ya era por así decirle "coquero"

Y los padres de Amy, ni cuenta se daban, ella empezó a engañar a sus padres más de lo debido, quienes ya habían dejado de sospechar de ella, desde ese día del cigarrillo, porque ella les prometió que no lo haría otra vez, sus padres sólo confiaron en ella.

Porque ella, una joven a la que le sobraba disciplina e inteligencia, supo — nunca sabré como lo hizo tan bien— mantenerse como una de las mejores alumnas de la escuela, destacando como siempre y continuó recibiendo elogios y la admiración de los profesores.

Ese día, Tyler no había asistido a la escuela, Amy, llegó tarde, era la primera vez que le pasaba eso, estaba con los ojos rojos, entró y se sentó a mí lado, después de varios meses.

El profesor tuvo un percance y se retiro del aula. Y yo ahí aproveché a hablar con Amy.

— ¿en que andas metida? — pregunté curioso.

— en nada ¿por qué?

— ¿cómo qué por qué? ¿y los sujetos con los que andas?

— son buenos chicos.

— ¿buenos?

— oh vamos, no todos van a hacer como tú o como yo, que obtengan buenas calificaciones.

— sí, entiendo que no todos puedan ser perfectos como yo pero eso no quiere decir que sean drogadictos.

— oh vamos, sólo se drogan ¿qué hay de malo? Siempre se tiene que disfrutar las cosas ¿no?

— aunque no lo creas, me preocupo por ti.

— lo sé, no soy tan estúpida, y no voy a terminar como ellos.

— ¿y los tragos?

— es verdad, me paso de tragos, ¿pero qué? Son experiencias.

— pero..¿y Tyler?

— es lo máximo – me respondió soberbia y dueña de la situación– es un hombre de verdad, no es un niño, lo quiero y él me quiere y soy feliz.

— es una mala influencia.

— no empieces con estupideces ¿quieres? No lo conoces.

— Tiene problemas.

— al igual que todos, sino mírame a mí.

— No digas eso.

— sí, además, Tyler lo superará conmigo, porque me tiene a mí, y yo lo sacaré de todo eso.

— eso no es amor.

— ¿no es amor? ¿entonces qué es?

— no lo sé, pero no es amor.

— sí sabes, y ¿sabes qué? Me aburrí de hablar contigo, y por si fuera poco ¿qué mierda sabes tú del amor? Dime...¿Alguna vez en tu estúpida vida te han amado—dijo en un tono que parecía ebria.

— Amy..¿estas...

— ¡Cállate!.. Déjame hablar.

— Amy..

— sí te ofendes así, por cualquier cosa, no se puede hablar.

Todo el salón escucho el escándalo que hacía Amy. Hasta Karl, todos se quedaron en silencio, nunca había visto a Amy ebria y haciendo escándalo.
La jale hacia afuera y ella no se dejaba.

— ¿Qué tienes?— suéltame.

— cálmate, estas ebria

— ¿Yo?

— Amy ya cálmate..

— ¿o qué ? –se acercó más a mí, y sentía su respiración— ¿ah Jacob? Ah, cierto no me respondiste. ¿alguna vez te han amado?— me quede callado, estaba ebria pero ella seguía usando la cabeza.

— vamos Jacob, que tanto me reclamas, a mí sí me han amado.

— ¿y por que te engaño Joshua?

— ¡Cállate! Ese imbécil me dejó porque quiso.

— pero a ti,.. Mírate.

— ¿Amy sabes lo que es el amor?

— sí... ¿como no?... Esos idiotas que me persiguen esos me aman..

— pero...

— pero nada, todos son unos imbéciles que creen que algún día les haré caso.

— Amy, vámonos, te van a castigar—La jale de los brazos y entramos al salon, sacamos las mochilas y nos fuimos a la casa de Amy.
Salimos del salón, y ella me estaba mirando.

— espera espera, tengo algo mas que decir.

— ¿que ahora?

— Nada, olvídalo.

La jale hacia su casa, que ya estábamos cerca.

— ¿tu llave?

— no sé ¿como llegamos acá?

— Amy, tu llave.

— no sé, en mi mochila. qué amargado—Revise su mochila, y la encontré, entramos a su casa, y ella estaba ya muy mal.

— Jacob, me duele la cabeza, creo que me voy a dormir.

— ¿que? Acá no, a tu habitación, ¿donde queda?

— que pregunta más estúpida.

— subimos hacia su habitación, la recoste en su cama y ella se quedo dormida—Me estaba retirando y ella dijo...

— gracias.

Yo no le hice caso, me fui de su casa, y me dirigí hacia la mía.

Mi vecina me tiene loco.©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora