Capítulo 9: 201

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Capítulo 9:  201

Entramos en la recepción de un hotel, todo es de tonos oscuros; dorados y canelos. Una amable señora le entrega las llaves de una habitación a Ryan y me dedica una enorme sonrisa a mí. No digo palabra, me limito a seguirlo allá donde vaya… pero cuando se para delante de la puerta 201, mis ojos se abren de forma abrupta. Tengo la sensación de conocer este lugar, de haber estado aquí, pero no consigo recordar cuando. La puerta se abre y Ryan se aparta para que yo entre primero. Doy pasos lentos, observando todo lo que me rodea; Miles de velas decoran la estancia, junto con rosas blancas esparcidas por la habitación, creando una atmósfera maravillosa. En el centro hay una mesa a rebosar… Ryan y su problema al excederse con la comida. De fondo, muy bajito suena una melodía que reconozco “I don't want to miss a thing” de Aerosmith.

Me giro en busca de sus ojos.

–¿También habla por ti? – Le pregunto refiriéndome a la canción.

Sonríe y asiente.

–Esta especialmente.

–¿Y por que esta?

Los dos vamos acercándonos, hasta que nuestros cuerpos se tocan.

–Porque yo tampoco quiero cerrar los ojos y quedarme dormido, te extrañaría. Porque aunque te soñara, jamás te haría justicia. Por que me encanta mirar como duermes, oír tú respiración o los latidos de tu corazón. – Con cada frase su boca se va acercando más la mía– Y porque quiero estar contigo, aquí o donde tú quieras llevarme, pero contigo.

Trago saliva, sin poder dejar de mirar sus labios, cuando los siento sobre los míos cierro los ojos. El beso comienza despacio, una especie de vals, pero poco a poco las ansias de cada uno salen a luz, y su lengua se enreda en la mía, mis dedos se enredan en su pelo… Cuando nos separamos, los dos jadeamos. 

–Gracias por todo esto…–Miro a mi alrededor sonriendo ante la belleza de la habitación– Es precioso Ryan.

–Preciosa eres tú.

Con el dorso de su mano acaricia mi mejilla. Mis ojos se encuentran con los suyos, su mirada hace que los aleteos en mi estómago sean imparables. Con lentitud me retira el abrigo, y lo cuelga junto con su chaqueta en el armario. No logro controlar la mirada que va directa a su trasero en cuanto tiene oportunidad, y pensar que pronto lo veré si nada encima… Me acerco hasta la mesa, sintiéndome sofocada, cojo una de las copas, sin mirar lo que contiene y me lo bebo de un trago, vino.

–Quería que algo especial, y que más especial que volver al lugar donde pasamos la primera noche.

–No importa el lugar, si no con quien quieres bailar ¿Recuerdas? Pero me alegro que me hayas traído aquí. Es perfecto.

Agarra mi cintura y tira hasta pegarme contra él.

–Quiero empezar de nuevo Vicky. Quiero hacer las cosas bien, para que algún día vuelvas a quererme.

Exhalo rápidamente, y cierro los ojos con fuerza, las lágrimas consiguen escabullirse. Agarro una de sus manos y la coloco sobre mi corazón, el cual late enloquecido.

–¿Lo sientes? – Nuestras miradas permanecen unidas, mientras yo busco la valentía suficiente para continuar. – El nunca te ha olvidado Ryan, desde que desperté en aquel hospital tú has sido lo único que he querido recordar. A principio no entendía nada, y créeme que todavía no lo entiendo de todo, es más, no estoy segura de si me estoy enamorando o son los mismo sentimientos de antes resurgiendo de algún lugar. Pero estoy completamente segura de algo, yo… Te quiero.

La Desconocida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora