Sólo Una Flor [Flowerfell]

Antes De...

    El mejor plan B del mundo: Amenazar a Undyne sin que la humana supiera e irse tranquilamente. No era nada del otro mundo.

Miró fijamente a su oponente; ahora en el suelo con notable rabia (Estaba literalmente Gruñendo.) Sin siquiera dignarse a mirar a la cara a quien la había dejado en semejante condición.

-Así que... "Voy a lamentar esto", eh?- Haciendo comillas con los dedos, Sans la miraba desde arriba, de pie a una distancia peligrosa.

-Cállate ahora... Maldito saco de huesos!- Le gritó agotada, escupiendo cada palabra.

    Sans solo rió, nunca creyó realmente que Undyne lo mantendría ocupado tanto tiempo ni que se cansaría así, Fue a su modo divertido. Tiempo ya en el que no disfrutaba tanto de ver sangre corriendo y lo mejor es que no era de su amada Florecilla.

-Atrévete a hacer algo que no debas y acabaré con esa osadía que tienes. Si no te mato ahora es porque soy bien genial y seguro si lo hago vienes en forma de fantasma a tirarme de los pies mientras duermo.-Dijo todo en tono amenazador pero a la vez cómico, riendo al final para luego salir del lugar, dejando a Undyne con el insulto en la boca.

  Cuando llegó al escondite de algas, toda esa alegría se esfumó, se desmoronó simplemente, resignándose a ir y con sumo cuidado abrazar a Frisk.

-Tardaste mucho... -Le dijo ella, en un suspiro que terminó de derrumbarlo.

-Han pasado solo unos minutos, Sweetheart. Estás bien?- El sabía la respuesta, pero le dolía demasiado.

No hubo respuesta. Al parecer en los brazos de Sans se le era más facil dormir. La cargó con extrema suavidad, caminando en frente de la chica pez que había logrado quitarse uno de los huesos, sangrando de una forma exgerada y grotesca, al verla Flowey hizo una mueca y continuó su paso tras el Esqueleto.

-Dijo que no sentía las piernas, es entendible si están llenas de flores.- La flor rompió el lastimero silencio.

-Pensar que hace un rato mi pequeña estaba tan alegre... -Dijo Sans, con una voz que parecía, iba a quebrarse.

   La planta decidió no seguir urgando en la herida, pese a ser incapaz de sentir, sabía que si pudiese en ese momento estaría realmente triste. Vio a Frisk desde su llegada al sub-suelo, por una vez en su tiempo ahí confió en la palabra de la joven, la cual era efectivamente diferente a los otros humanos caídos. Pero ahora... Después de tanto tiempo, el mismo resultado que con los otros, la única diferencia eran la confianza y el tiempo juntas. Después de lo predecible, Flowey iba a volver a las Ruinas a esperar a otro humano caído... Como siempre.

-Losiento, no puedo con esto.-Dijo solamente, desapareciendo en la tierra. Sans ni siquiera lo notó.

   Decidió por no ir a Hotland, el calor seguro solo empeoraría las cosas, sin mencionar otros peligros ya que seguro ahora todo el sub-suelo se había enterado de que había un humano ahí.
    Cambió su rumbo hacia Waterfall nuevamente, esta vez su anterior enemiga ya no estaba, en su lugar solo había una cantidad exorbitante de sangre ya casi seca y un horrible aroma desprendiendo de esta, si bien la muchacha no podía verlo; hizo enseguida un par de especulaciones ante lo ocurrido cuando despertó precisamente por el olor del lugar.

Llegaron nuevamente al claro donde habían estado tiempo antes, antes de que la chica perdiese la vista, antes de que Flowey se fuera, antes de todo el sufrimiento, ese lugar que era seguro pero que ahora solo traía malos recuerdos a Sans.

   Dejó a la joven en el suelo, recostándose luego a su lado.

-Donde estamos?- Preguntó ella.

-En un lugar seguro, Sweetheart, Nadie va a lastimarte aquí.-Dijo con notable dolor, abrazándola.

   Los intentos en vano por corresponder a su acompañante solo la agotaron más, pidió por ver a Flowey, a lo que Sans notando la ausencia de esta supo lo que había ocurrido, maldiciéndo a la planta por lo bajo.

-Mientras dormías fue a buscar algo para tus piernas, dijo que sabía de alguien que podía ayudar.

    La humana solo suspiró, moviendose un poco y quedando luego en completo silencio. Nada era incómodo, solo doloroso para ambos, por un lado Saber que este es el final y no poder hacer más que ocultar ese conocimiento, por otro tener aún las esperanzas de vivir; la Determinación a hacerlo sin importar dificultades... Por muy mortales que estas pudiesen llegar a ser.

-Tengo miedo... -Dijo ella.

-De que?

-De que Flowey no encuentre a quien busca. Tendrías que cargarme el resto del viaje...

   La abrazó con aún mas fuerza, la joven sonrió. Su sonrisa era hermosa, suave, compasiva, tranquila, todo lo contrario a las maliciosas sonrisas conocidas por él que solo eran por el placer de ver el sufrimiento de alguien más. Amaba su sonrisa, su cabello, sus ojos, a ella, cada parte, gesto y palabra le parecían hermosos... Iba entonces a perder una obra de arte solo porque la decoraron aún más con esos mortíferos toques de dorado?

   La vio dormir, apacible... Pensó por unos segundos en los recuerdos que guardaba junto a esa frágil muchacha... Eran suficientes?
Por su mente pasó algo demasiado absurdo que rápidamente borró pero que volvió a aparecer.

-Antes de que... -Se calló a sí mismo. La humana se giró levemente a verlo.

    Estaba mal, podría lastimarla, hasta matarla! Recapacitando, volviendo a verle; Quería demostrarle lo hermosa y perfecta que era.

-Sweetheart...- Estaba actuando como todo un idiota, como empezar si ni siquiera la había besado antes?

-Dime que ocurre, estás actuando extraño...- Dijo la chica, tratando de sonar graciosa.

    Ese día hizo suya a la humana que le arrebató el frío corazón que solía tener.
  Con el calor del momento se le fue lo frío.
  Con las palabras de por medio terminó de enamorarse, definitivamente, no había nada en el mundo que le quitase el amor por la frágil humana.
   Los movimientos torpes solo mejoraron la situación con risas.
   No había un momento de mayor entrega ni cariño entre ambos.
  
    En un momento, pudo ver completamente el cuerpo de la chica... Lleno de flores. Se veía hermosa, no necesitó ver sus ojos para notar su verguenza.

-Eres hermosa.