Los Poderes De Una Flor.

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    Cuando ya se había calmado, tomó conciencia de lo que hacía; se horrorizó, y lo hizo aún mas cuando notó que a su acompañante no parecía molestarle nada de eso.

-Estuviste apoyada en mí como si fuese una pared-Resonó la grave voz cerca de su oído, no sonaba molesto.-Estás mejor?

   Una pregunta a decir verdad sorprendente...Enseguida Frisk comenzó a sospechar que se trataba de un mal chiste para pronto acabar con su vida con esos estúpidos huesos flotantes, así que por seguridad marcó distancia lo mas ''Casualmente'' posible. Aun que sospechase de una mala jugada de parte de Sans, de alguna forma quería mantener esa pequeña confianza que se había generado.

-Bastante mejor, Gracias y...Losiento.

-Te dije que no agradecieras ni pidieses perdón, suena cursi, y es algo que odio mas que tu rostro-Dijo él, con calma y una notable dureza. El que no haga chistes tan ofensivos como los de antes era ya un avance; por otro lado, si dejase de hacer chistes era porque algo adaría mal y sería aún mas preocupante.-Creo que...Debería pensar en alguna excusa para esto de la puerta rota antes de que el Jefe llegue.

-Porqué la rompiste?-Preguntó la muchacha con algo de diversión en su voz.

-No tenía llave del lugar, suele estar bajo el tapete de entrada pero...ya sabes, no es muy listo pero aveces le da el shock de cerebro y la cambia de lugar.-Rió, enseñando su diente de oro entre los varios afilados.

     El momento de confianza debía llegar a su fin, junto con esto, la obvia reaparición de la brusquedad y malos tratos del esqueleto hacia la muchacha. Algo es algo, de todos modos.

Se levantaron de esa esquina protectora sin decir palabra, el mayor se llevó las manos a los bolsillos como de costumbre y la chica solo miraba por la ventana sin que el otro lo notase; en búsqueda de su flor amiga. Le era algo difícil tener que ver solo con un ojo, debía girar la cabeza más de lo habitual para ver el entorno completo y además, consideró que el esquivar ataques iba a ser más complicado y seguramente su reflejos se verían entorpecidos, más aún fue su temor cuando recordó que le presentarían a una tal ''Undyne'', la Líder de La Guardia Real; es decir, alguien el doble o más fuerte y tenebroso que Papyrus.

-Donde esta mi comida?-Habló ella derrepente, lo había recordado: Estaba Hambrienta.

-Supongo que puedo ir a ver a la casa y venir a decirte...Quieres que lo haga?

El pedirle cosas a su compañero realmente le causaba algo de extrañeza y hasta temor, podría malinterpretarlo u algo así, con personas como esas nunca se sabe, así que solo asintió y vio como sin preámbulos él salía del lugar.


    Estaba por el diminuto recorrido entre su casa y la casa del perro, se detuvo en seco antes de entrar al hogar...Que demonios estaba haciendo? La culpa ya se había ido, y aún así estaba ayudando a la humana. Trató de buscarle una respuesta lógica: Sabía que si volvía a ser duro con ella como le era común, esos sentimientos extraños volverían. Pero de ninguna forma iba a decidir ser su ''Amigo'' así como así, no! Que repugnante le parecía el solo pensarlo. 

-*Vamos chico malo, no te vas a poner blandurrio (Aclaración de la Berry: Sensible, afectuoso, etc...)  por un humano? Pfft, tu solo sigue como ibas, la mataste más de dos veces. No dejaré que salga de Snowdin hasta que se le acabe la sangre sucia que tiene en ese horrendo cuerpo!*

    Se escuchó una risa estremecedora antes de que el sujeto entrase donde vivía junto con su hermano, el cual estaba sirviendo con mala cara pero notable dedicación dos platos de Espagueti, ni siquiera miró a su hermano cuando este entró a la casa.

Sólo Una Flor [Flowerfell]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora