TIERRA MUERTA Lo muerto en los vivos.

PROLOGO

Nunca imagine que terminaríamos así, es decir, veo a mi hermana frente a mí, su novia al lado, los tres en la misma situación, cada uno con un cuchillo rozando la sensible piel de nuestros cuellos estando a disposición de la compasión de un grupo de mercenarios, hice lo que hice esperando que resultara en algo bueno, ¿cómo iba a saber que terminaría la corta escena de nuestras vidas en este mundo de locos psicópatas así?

Miro a mi hermana a los ojos, noto el miedo y la desesperación en su mirada, jamás pensé verla así, nunca imagine que alguien podría llegar a hacer eso, personalmente había visto muchos horrores antes y durante esta locura de mundo, pero nada me aterraba como ver esa sensación en la mirada de Andrea, esto no iba a terminar bien, no me mal entiendan, de igual forma ahora nada nunca termina bien, pero quiero decir que sencillamente de esta ya no nos libramos.

Así entonces estábamos arrodillados, los tres con un tipo a nuestras espaldas esperando la orden para cortarnos las gargantas por parte del hijo de puta psicópata de Gatiloco, él dijo que ya habíamos hablado suficiente, que no tenía nada que escuchar de mí. Me busco y me encontró por más que huyera o intentara encontrar una solución al problema en el que me metí y en el que ahora arrastre a dos personas más, tan solo espero que no suframos mucho, espero que sea instantáneo e indoloro, espero que sea el primero, no soportaría ver como decapitan a mi hermana frente a mí, vi como lo hacinan por Internet muchas veces, me entretenía esa clase de morbo la verdad, pero ahora verlo con mis propios ojos frente mi impotente vista, tan solo no puedo, respiro y miro al suelo para intentar calmar mis nervios pero no funciona, escucho unos pasos acercarse detrás mío, escucho una voz ronca y cínica decir mi nombre seguido por una risa, era Gatiloco.

Esto parece tan irreal, tengo al malnacido que ahora quiere matar a mi única familia restante justo frente a mí, en cuclillas, cara a cara, sé que me está amenazando, se está burlando de mí y diciendo un sin fin de sandeces, pero no puedo oírlo, más bien no lo entiendo, todo lo percibo de una forma muy extrasensorial, parece la sensación que causa la marihuana la primera vez que se fuma, la bendita marihuana, daría lo que fuera por fumar un poco en este jodido momento, ¿quién lo diría?, a pesar de todos los problemas que me trajo aun quiero un poco de esa droga; Por fin se levanta, quien sabe que me habrá dicho, espero nada importante, en fin, da igual, espero que esto acabe y ya está, no tuve tiempo de pedirle perdón a Andrea pero por lo menos nos iremos juntos.

Así entonces levanto mi mirada para fijarla en la de Gatiloco, ya sabía lo que iba a decir, veo que empieza a gesticulare y cierro mis ojos, justo en el momento que empieza a hablar a sus hombres, una sola palabra empieza a sonar: Matenl..., se oyen chasquidos.