TIERRA MUERTA Lo muerto en los vivos.

CAPITULO I.IV.II - Viejo mundo, Vieja vida

Hubo un par de cucharadas a la boca de cada uno respaldando la momentánea pausa, un poco de aire.

- ¿Qué tal tu Jane?, ¿Cómo era tu vida antes de esto? –Quiso saber Roberto después de tragar la comida que tenía en la boca.

-No creo poder contar toda la historia en español, ¿Podría decirla en inglés? –Pregunto está en su lengua madre.

-No te preocupes, yo traduzco al paso para Andrea. –Respondió Roberto en el mismo idioma.

-Bueno. –Se dispuso a hablar la muchacha en ingles a la par que el hermano se preparaba para traducir a la hermana. –Mi nombre completo es Jane Russel Jameson, nací en Charlotte, Carolina del Norte. –Decía Jane. -Estados Unidos. -Añadió Roberto a su traducción. –De una familia cualquiera de la clase media americana, una casa bonita y una práctica camioneta, soy hija único, por lo tanto siempre fue muy consentida por mi papa, nunca me negó nada, era la única que importaba en su vida, con mi señora madre la relación no era tan buena, era un poco estricta, pero bueno, todos los amigos y la familia me conocían por ser una niña hermosa, piel blanca, pelo lacio, negro y ojos azules, y también muy bien criada, desde que recuerdo siempre estuve estudiando en casa, pero solo hasta los 5 años entre a cursar la primaria, siempre la mejor del salón sin duda alguna, muy buenas notas por doquier, básicamente una hijita perfecta. –La muchacha alzo la vista al desgastado tejado, tomo aire y confesó. –Realmente nunca fui una buena estudiante, a pesar de lo que mis papas creían la mayoría de las veces no entendía nada de la escuela, pero me bastaba para aprobar el comportarme bien , la entrega de mediocres pero pulcras tareas y ser una maldita aduladora con los docentes, además gracias a mi belleza desde muy pequeña los niños siempre estuvieron tras ella y los profesores alababan, a los 11 años mama y papa se separaron debido a que mama intento golpearme por robar unas monedas de casa, papa no soporto eso y decidió dejarla atrás, pero gracias a las leyes de familia contempladas por los jueces mama pudo recuperarme

Y con ella me mude a Columbia, Carolina del Sur.

-Estados Unidos. –Añadió de nuevo Roberto.

-Lo sé, no soy imbécil. –Espeto Andrea seguido por una mirada de ironía.

-Los fines de semana podía verme con papa, no era lo mismo, mama no me consentía ni tenia lindas palabras para mí, ella era solo exigencias y rectitud. El bachillerato en Columbia fue un poco más de los mismo, buenas y regaladas calificaciones y lindos chicos siguiéndome por todos lados; a partir de cierta edad empecé a salir con esos chicos que me invitaban a diferentes lugares, todos fuertes, altos y con dinero que me llevaran a pasear, más de uno me pidió intimidad, pero a ninguno le di nada de nada, mi tesoro entre las piernas valía mucho más que eso, o eso pensaba hasta que a los 17 años en la preparatoria iba a reprobar una materia por primera vez en mi vida, era un profesor que insistía en invitarme a salir, así que para poder aprobar tuve que darle mi virginidad a ese cerdo, a pesar de todo no estuvo tan mal, me llevo en su carro a muchos lugares de la ciudad para divertirme, jugué billar, air hockey, diferentes máquinas de estas Arcade, en fin, que a cada nada sentía su pene frotándolo en mi trasero "disimuladamente", luego me llevo a comer y bueno, el motel era de calidad, al principio del acto me fue doloroso, pero después me relaje y me dedique a disfrutar, curiosamente empecé a reprobar más materias dictadas por profesores varones, todos querían un poco de esto y yo no estaba en posición de negárselos, a uno tuve que incluso darle el ano para que me diera la nota necesaria, al menos aprendí bien a como mamar un pene e incluso más de uno me pagaba. A los 18 años y después de cursar mi laboriosa educación secundaria fui justificadamente "becada" a la universidad de Duke, Carolina del Norte. –Roberto parecía que iba a añadir su anexo geográfico, pero basto con una mirada de Andrea para que no lo intentara. –De esa manera estuve más cerca de papa, el cual se fue a vivir conmigo a Durham más cerca de la Universidad, estudie recursos humanos, en la U las cosas no eran muy diferentes si me entienden, tan solo que los profesores agradecían aún mejor mi trabajo y esfuerzo, es normal, a ellos les pagan más que a los de colegio, en fin, así pasaron 6 años de duro estudiar, aprendí a hacer cosas increíbles para satisfacer a todo el que tuviera que hacerlo. –Todos estaban sorprendidos con el relato de Jane y la miraban mientras hablaba, o casi todos, Thomas tenía una inquietante mirada clavada al piso.

-Gracias a la ayuda de mis profesores. -Continuo en su idioma nativo la americana. –Conseguí trabajo en Baltimore, paso por diferentes empresas, algunas veces como seudo administradora y otras como "secretaria privada" de los ejecutivos o gerentes de estas empresas, los cuales curiosamente todos eran varones, los cuales después de un tiempo me recomendaban a otra empresa con la excusa de que allí aprovecharían mejor mis habilidades en selección y administración del personal, tonterías, solo lo hacían cuando sus esposas empezaban a escuchar los rumores sobre las "habilidades en selección y administración" que tenía con ellos en privado, así pasaron dos años y no me quejo para nada, cada vez los sueldos eran mejores. En uno de aquellos momentos entre traslados decidí ir con papá que seguía en Durham a Columbia y así visitar a mamá, después de tanto tiempo nos veríamos juntos los tres de nuevo; el primer día paso algo, no sé qué, mamá armo un escándalo por cómo iba vestida, no lo pensé muy bien hasta ese momento, tenía una minifalda con medias altas de encaje, además vio que mi ex patrón, el cual se ofreció llevarme hasta allí en su gran cherooke, me dio una nalgada al bajarme, para mí era normal, no se me ocurrió que talvez mamá diría algo, el carbón se fue en su camioneta y la pelea se elevó a gritos ya dentro de la casa, ya ni recuerdo que nos dijimos unos a otros, papá siempre me apoyaba en todo, incluso en mis "confianzas laborales", en fin, la cosa se puso fea cuando mamá intento golpearme, papá le quito de un manotazo con lo que iba a golpearme, yo me llene de rabia y empuje a mi madre con toda la fuerza que pude. –Hubo una pausa y un respiro profundo. –Aún recuerdo el sonido seco de su cuello rompiéndose contra la mesa a la que fue a caer, papá siempre me apoyaba, 60 años de condena por homicidio culposo, 2 años cumplidos, nunca fui a verle... -La cara de todas estaba pálida, nadie se atrevía a decir nada, solo esperaban que retomara el relato. –Mi último trabajo también empezó hace dos años, en Washington, con Thommy, él era un gran empresario, un cotizante de la bolsa, entonces parecía ser todo un hombre de éxito con mucho dinero, ahora mírenlo. –La cara de Thomas se tornó de un irritante rojo, pero seguía teniendo la mirada justo en el suelo. –Entre parea el departamento de recursos humanos, en menos de 6 meses termine siendo su secretaria personal y para el año se divorció de su asquerosa mujer y se fue de viaje por el mundo junto a mí, me costó pero lo convencí de dejar todo atrás, el estúpido habría malgastado todo su dinero siendo tan idiota como para trabajar hasta no poder moverse y así dedicarse a vivir en cama el resto de sus días, conmigo no, tenía que gastar su dinero en mi si quería seguir comiendo del manjar que esta entre mis piernas, en fin, en uno de esos viajes, llegamos a Colombia, para extrañamente terminar en Honda, allí todo este infierno comenzó, el bastardo de Thom le basto con ver una sola de esas cosas para traumarse, nunca fue un hombre real, tan solo una gallina con mucho dinero. –El extranjero gruño, pero fue solo eso, un pequeño gesto innecesario. –Fueron 7 días en los cuales nos defendimos a palos y piedras de esas cosas después de que su equipo de seguridad fuera acabo por esos monstruos, tan solo sobrevivo uno, Michael, el maldito hizo que se la mamara para que siguiera defendiéndonos, al menos tenía un buen tamaño; el pueblo entero fue arrasado, pero nosotros nos escondimos, nos asomábamos cada vez que escuchábamos a "alguien", pero solo eran chasqueadores errantes de los cuales Michael se encargaba, pero un día vimos una camioneta negra, Michael salió corriendo al verla, yo mantuve mi cabeza abajo lo justo para observar, el guardia solo pudo gritar "¡Ey!" luego le llenaron el cuerpo de plomo, parecieron registrar el cadáver luego se marcharon, un par de horas después aparecieron ustedes, aprendí entonces que aquellos eran los molestos bandidos, esa misma noche fue la primera vez que tuve sexo con Andrea, de hecho me atrevería a decir que fue la primera vez que tenía sexo de verdad, nunca me lo habían hecho de esa manera, es la mejor

- Creo que el resto ya lo sabemos. –Interrumpió Roberto mientras Andrea bosquejabauna sonrisa victoriosa en su cara.