TIERRA MUERTA Lo muerto en los vivos.

CAPITULO I.II - La culpa es de unos, pagan otros

Se levantaron así cerca de las 5:00, era oscuro pero la luz del cielo era la suficiente para comenzar a partir de nuevo, recogieron sus pocas cosas con las que se habían echado en la tierra para dormir, se miran todos revisando que estuvieran listos y esperando la orden para marchar, Roberto dice así:

-Será un camino largo, tendremos que caminar aun mas horas que las de ayer, pero creo y confió en que llegaremos hoy a Pensilvania, tal vez con buen ritmo tardemos unas 10 horas- Las palabras del hombre tenían la intención de animar un poco el grupo, pero bastaba con ver la cara del resto para darse cuenta que no funciono. - Marchemos- dijo finalmente Andrea mientras tomaba la mano de la otra mujer del grupo y adelantaba el paso.

Habían avanzado unos cuantos kilómetros y unas cuantas horas, la luz ya era más que suficiente como para calentarlos y dar un poco de mejor sensación en el cuerpo, como para también ver con claridad sus alrededores, solo para darse cuenta que lo único que seguían viendo por el camino de tierra era árboles, basura y mas árboles, pero después de un rato por fin terminan viendo a una especie de claro en medio del bosque a unos metros de su camino y es entonces cuando Marcos habla:

-Son las once, deberíamos de comer ya- dijo en un tono bastante aburridor e irritante, parecido al de los niños pequeños y malcriados usan al estar cansados de caminar.

-Cierra la boca y camina- Dice Roberto sin parar a voltear y mirarlo, tan solo avanza unos pasos mas y mira al cielo, luego dice, - Esta bien, sentémonos allí en el claro.

Así estaban los cinco sentados en un no intencional circulo comiendo, dos de ellos comían latas de verduras, Marcos comía paquetes de variadas frituras, llevaba ya unos tres finiquitados, le encantan, además de que no había mucho mas de donde escoger y necesitaban alimentarse medianamente bien, y al final del circulo las dos mujeres comían juntas de una sandia que encontraron en el anterior pueblo.

- ¿Dónde aprender ver el hour en el sun, Marcus? - Dijo la otra joven del grupo con su acento y sus claras faltas al idioma, era norteamericana.

-Es Marcos, con o, ya te lo he dicho cientos de veces Jane, y lo aprendí con mis abuelos en su pueblo natal, al ser del campo me ensañaron a conocer la hora gracias a la ubicación del sol, se lo enseñe hace un tiempo a Roberto, pero parece que lo olvida a la hora de darnos de comer- Dice esto ultimo mientras voltea a ver a Roberto, este ni se inmuta y sigue con su mirada clavada en su la lata de comida. – ¿Y tú dónde aprendiste tu perfecto español, Jane? - Y termina diciendo esta ultima frase seguida por una pequeña carcajada, Andrea le lanza una furiosa mirada que hace a Marcos inmediatamente callarse y voltear la cara hacia otro lado mientas se pone pálido y empieza a sudar.

-Acompáñame amor, necesito orinar- Dijo Andrea dirigiéndose a Jane mientras la levantaba de la mano y comenzaban a adentrarse en el bosque cercano a sus espaldas.

Ya un poco más entre el bosque se encuentran las dos muchachas, es un lugar bastante solo, pero a tan solo unos metros del resto del grupo, entre unos cuantos árboles, pero de vegetación baja en general.

- ¿Este es a good lugar no creer? - Dijo con su chapucero español Jane a Andrea.

- Sí que lo creo.- Contesto Andrea, para luego aventarse sobre Jane en un abrazo y comenzarla a besar de una forma bastante brusca pero la otra chica parecía disfrutarlo, pues le siguió el juego y accedió a su juego de besos, Andrea llevo de un empujón la espalda de Jane contra el árbol que tenía justo detrás, allí siguió besándola mientras metía su tosca mano bajo el suéter de color beige de la extranjera, masajeaba bruscamente el seno izquierdo de la muchacha, pero esta seguía siendo totalmente permisiva con la otra levantando un poco sus manos para dar más paso aun a las manos de su salvaje amante, siguieron cruzando unos cuantos besos cuando Andrea se arrodillo y comenzó a desabotonar el pantalón de Jane, esta otra no le costó mucho el ayudarle rápidamente a retirar los botones de sus ojales y bajarse su ropa interior, para luego tomar por la parte posterior de la cabeza de Andrea, de esta manera su cara quedaba directa frente al sexo de la americana.