CAPITULO I.IV.I - Viejo mundo, Vieja vida

4 0 0
                                    

-Andrea, ¿Quieres pasarme esa lata? -La muchacha señalo con el dedo un tarro de lentejas que estaba al alcance de su mano esperando la confirmación. –No esa no, la de la izquierda, la cerveza. –Andrea paso la bebida a Roberto.

-Y entonces... -Interfirió Marcos. - ¿Dónde está mi tiple?

-Desde ayer en la basura, roto. -Confirmo Andrea.

- ¿Pero por qué? –Dijo el chico del instrumento con los ojos rojos y las manos llenas de migas de patatas fritas de las que comía, en un tono como si estuviera a punto de hacer un berrinche.

- ¿Porque? –Lo enfrento Roberto. –¿Qué pasa si te hubiese oído algún grupo de chasqueadores? –Nunca andaban solos. –O aun peor, ¿Si los bandidos te hubiesen oído? Tuvimos suerte de poder dormir anoche en la gasolinera y que no nadie hubiese escuchado tus ruidos desafinados, por eso hoy dormiremos en esta casita, lo más lejos posible de la gasolinera y de donde tiramos la guitarrita esa, no podemos arriesgarnos así. –Marcos bajo el rostro, poniendo su vista en el paquete del que estaba comiendo. Se hizo el silencio por un momento.

- ¿Where tu encontrar el "Bandidos"? –Pregunto despreocupadamente Jane, los hermanos se miraron fijamente al rostro, no sabían muy bien que decir, pero Roberto empezó a hablar, por un momento Roberto sintió demasiada presión encima, pero logro calmarse.

-En la salida de Bogotá, casi un día después de que empezara todo, cerca del Diamante, antes de encontrarnos con Marcos, eran unos cuantos, tal vez cinco, iban en una camioneta negra, pensamos con Andrea que nos ayudarían, pero solo querían robarnos. –Volteo a mirar a Andrea, mirando su lata, comiendo en silencio. - Tal vez eran de algún grupo más grande o algo así. – Continuo y finalizo Roberto, para retomar su comida y que el sonido del silencio dominara de nuevo en el grupo.

Todos dieron un par de cucharadas o bocaradas según el caso, entonces volvió a hablar.

- ¿How was tu vida before esto? –Jane hizo que Roberto pensara retrospectivamente en su vida.

-Era estudiante universitario, éramos compañeros con Marcos, ingeniería industrial, me gusta las matemáticas, o eso pensé antes de ser egresado. –Se limitó a decir Roberto con una tímida carcajada final.

-More, tell me tu vida pasado. –Insistió con su pésimo español la extranjera.

Pasaron unos segundos, tal vez minutos, Roberto estaba organizando las ideas para comenzar a recapitular desde un inicio su vida, y contesto.

-Me llamo Roberto Ríos Eslava, nací en Bogotá, hace 21 años, Andrea es mi media hermana, es hija de otra madre, pero siempre nos hemos considerado como hermanos totales, es 2 años mayor que yo, cuando yo nací mi madre murió, Nancy creo que se llamaba...

-Nelly. –Corrigió Andrea.

-Bueno eso, no importa, el hecho es que murió en el parto, dejando de paso a mi padre, a mi hermana y a mí solo, una pequeña familia de 3 viviendo en el cruel y maloliente centro de la ciudad, éramos muy humildes, realmente casi sin nada más que la ropa que teníamos puesta, recuerdo que solo tenía un par de ropa interior, todos los días tenía que lavar el otro para usarlo al día siguiente y así día a día. –Bufo una corta risita burlona. –¿Recuerdas cuando pateaste en la entrepierna al hijo de la dueña del inquilinato ese, el que tenía como 5 años más que tú?, creo que le rompiste las bolas.

-Cómo olvidarlo, el hijo de perra se metía en las habitaciones de los inquilinos cuando no estaban para robar lo que tuviera a mano. -Andrea también esbozo una sonrisa. –Yo lo pille en la habitación de nuestra familia, escuche que le dio cáncer de testículo después de eso y tuvieron que quitarle las pelotas.

TIERRA MUERTA Lo muerto en los vivos.Where stories live. Discover now