Hijo mío, hace dos meses que te fuiste y no sé nada de ti, ni una carta ha llegado desde tu partida. Cada día me pregunto si mis cartas llegan a tus manos, cada día me pregunto si estás bien y por qué no respondes a ninguna de mis cartas, no sabes la angustia que me causas al no recibir ni una sola noticia de ti.
Todos los días escucho en la radio que varios soldados han sido hallados sin vida y que no los han logrado identificar, cuando escucho eso mi corazón se agita y me pregunto si uno de esos soldados caídos eres tú, miro una foto de nosotros y ruego a Dios que te cuide y te deje regresar junto a mí con vida. No importa si llegas discapacitado, no importa como llegues, lo único que quiero es que llegues con vida. Soy una mujer sola, lo sabes, y aún sigo preparando comida para los dos, pero luego recuerdo que te has ido, hijo mío, no te angustio más, solo espero desde lo más profundo de mi alma que te encuentres bien y logres regresar a casa junto a mí, con vida.
Concede el deseo de tu madre, concedeme el deseo de poder verte una última vez antes de que me marche, lo único que quiero es verte y abrazarte una última vez.
Siempre serás mi niño.
Te amo.
Atentamente tu mamá, con mucho amor.
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Nano relatos
De Todo-Ella no te quiere- decía la mente- Tú la amas y en el fondo sabes que ella también- replicó el corazón -¿Cómo lo compruebas?- Cuestionó la mente -Tienes que intentarlo y lo sabrás- respondió el corazón -Morirás si lo intentas- sentenció la mente Y...
