CAPÍTULO 29

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 -POV CAMILA -

Busqué sin parar por dos días  a los niños, dos días. No podía más, el dolor dentro de mi crecía y me consumía. Cada hora que pasaba sentía como si me clavabaran más profundo un puñal de acero en mi pecho.

-¡Me importa una mierda! ¡quiero a mis hijos de vuelta! -gritaba mi esposa al agente que investigaba el caso de mis pequeños. Lauren estaba totalmente devastada, furiosa y  frustrada.

-Señora, estamos investigando. Estamos buscando por todo el estado. De los aeropuertos sabemos que ninguno de sus hijos ha salido, menos el señor Trethe.

- ¡Quiero a más policías buscando!, ¡quiero a mis hijos! ¡Carajo! - gritaba mientras tiraba todas las cosas del escritorio. Me acerqué a ella sintiendo mis lágrimas a comularse en mis ojos.

- Lauren, tranquilizate -pedí abrazandola,  pero su dolor era aún más grande que me rechazó.

-Lauren...-pidió su padre, quién se había quedado con nosotras. A Clara, Lauren la había echado de la casa por hacer escándalo contra mí.

-Señores, pueden retirarse - pidió Joe a los agentes, quienes no dudaron en salir casi corriendo.

-Ojitos...  -Verónica se acercó a mi esposa.

-Déjenme sola. ¡larguense! - gritaba de una manera desquiciada -¡déjenme sola!- me acerqué de nuevo y me empujó, nunca la había visto de esta manera y a mí me destrozaba el alma.

-Lauren, sé lo que estás sintiendo, mi amor, pero... - me veía furiosa.

-¡Cállate! ¡Cállate! ¡Tú no sabes lo que estoy sintiendo!  - gritaba señalandome. -Tú.... prometiste cuidar de ellos ¡ y no lo hiciste! ¡Nos los amas tanto como yo! ¡Ellos no son tus hijos! ¡No son tus hijos! ¡Así que no digas que sabes lo que estoy sintiendo! -gritó y aquellas palabras me habían herido mucho más. Y la entendía, la entendía perfectamente. 

-¡Lauren! -reprendieron Mike y Verónica al unísono.

Mis lágrimas volvieron a caer con facilidad. Y ella se dió cuenta de lo que acababa de decir, pues comenzó negar acercándose a mí.

-Camila...Yo...– Retrocedí unos cuantos pasos, y sin pensarlo más me dirigí a la puerta.

-También son mis hijos, Lauren. Y los amo más que a mi propia vida. -limpié mis lágrimas mirándole a los ojos.

–Camila... –Intentó acercarse.

–Son nuestros hijos...  -fue lo último que murmuré antes de salír de la casa.

Alcancé a escuchar los gritos de Lauren.
Me estaba muriendo en vida. Ella tenia razón, no pude cumplir la promesa de cuidar de ellos.
Sin pensarlo más subí a mi coche, segundos después Joe logró alcanzarme.

-¡Camila! ¿a dónde vas? -preguntó colocándose frente a mi auto.

-Voy a buscar a los niños-él asintió, quitándose de en frente y se subió a mi coche rápidamente -¿Qué haces?

-Vamos a buscarlos, no dejaré que vayas sola-Dio media sonrisa  - ¿Sabes? Lauren está muy mal. Ella no lo dijo en serio... -asentí limpiando mi rostro.

- Lo sé, es mi esposa y la conozco. Puedo entender lo que siente, pero también estoy sufriendo... Amo a mis hijos, son míos también, Joe.

-Los sabemos, Camila.- se colocó el cinturón de seguridad. - sé que los amas y darías la vida por ellos. - asentí encendiendo el auto -vamos, mujer-acarició mi mano con suavidad -tienes que see fuerte. Tienes que estar bien para ello... ya verás que vamos a encontrarlos.

PROMETÍ  AMARTE; CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora