Siete - Yorkshire

84 18 14
                                    

-¡¿Qué?! -preguntó exaltado a través del teléfono. -¡¿Me estás diciendo que mi Becky ha sido atropellada por tu culpa?!

Las lágrimas comenzaban a bajar por las mejillas de Michael, Luke lo miraba queriendo una explicación mientras movía a Foxy para que reaccionara. A los segundos se escuchó un ladrido de la pequeña maltés y, por primera vez en ese rato, el chico pudo respirar en paz. Pero no le sucedió lo mismo a Michael, continuaba pegado al celular como si su vida dependiera de ello, sumándole un estado de shock.

-Cálmate, ¿puedes venir o no? ha llegado un chico que dice ser veterinario -se escucha una risita al otro lado de la línea que logra enfurecer aún más a Michael. -Uhm, una pregunta...¿debo llamar a una ambulancia? el resultado no es para nada alentador.

-¡Estúpida! -le grita a Maia antes de cortar la llamada.

-¿Qué pasó? -preguntó Luke levantándose junto a Foxy, que comienza a jugar con los cordones de su suéter.

-Becky -sus gritos ahogados acompañados del mar de lágrimas provocaron que él dejara a Foxy en el suelo y corriera a abrazarlo. -Debemos ir a allá.

-¿Y Foxy? -señaló a la maltés.

-La llevamos -contestó.

Rápidamente tomó el bolso de la pequeña Foxy, mientras que Luke llevaba a esta en brazos. A mitad de camino todos los chicos observaban de forma burlona a Luke, quien se veía un tanto afeminado en compañía de la maltés.

Al llegar, Michael corrió desesperado hasta el patio de su vecina, sobre el césped se encontraba Becky inconsciente mientras a su lado un chico intentaba reanimarla con un aparato respiratorio.

-Debemos llevarla a una clínica veterinaria, Becky no puede morir -el chico comenzó a lloriquear y se acercó a abrazar a su pekinés.

-Adam, traje algo de tomar. Con este calor imagino que estarás desesperado -farfulló Maia a medida que sostenía un batido de fresa.

Ni siquiera el hecho de que un inocente animal estuviera casi muriendo en su jardín la hacía recapacitar, continuaba comportándose como una verdadera perra.

-Apártate -gritó Michael, dándole un pequeño empujón.

-Tengo mi auto a una cuadra, puedo ir a buscarlo y llevarlos hasta allá -murmuró el joven ignorando completamente a Maia.

-¿Harías eso por mi Becky? -Adam asintió y se levantó. -Dios, eres un ángel -dijo secándose sus lágrimas.

Su dueño estaba devastado con la escena, la pekinés respiraba con dificultad y se veía realmente mal.

-¡Foxy! veo que haz hecho un nuevo amigo -Luke la miró con los ojos como platos y dejó a la maltés en el suelo.

Maia lo observaba de arriba a abajo, inspeccionándolo, en lo que Foxy se acercaba alegremente a acariciar a su dueña.

-¡Tú! -gritó Michael señalándola acusadoramente. -Juro que si mi Becky muere te mato, aunque, de todas formas también te mataría.

-Cálmate, estará bien -dijo observando despectivamente a Becky.

Luke corrió al lado de Michael, pasó su mano por los hombros del teñido intentando consolarlo. Cuando conoció a la pekinés pensó que era algo molesta y fea, pero ahora lo único que deseaba era que se recuperara para poder ver a su amigo de nuevo feliz.

Un llamativo auto se estacionó frente a la casa. Adam les hizo una seña antes de bajar y tomar en brazos a la cachorra para posicionarla en el asiento trasero junto a Michael, Luke decidió irse de copíloto y durante el camino hacia la clínica veterinaria no le agradó mucho que el chico observara de vez en cuando al teñido.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 16, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Smoothie (ADAPTADA) MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora