A las once de la mañana de un día caluroso, Luke se encontraba corriendo por las calles de Sidney, en media hora tenía una cita con la chica de la cual siempre estuvo enamorado, no podía desaprovechar la oportunidad por lo que se apresuró en comprar un desayuno ligero antes de su encuentro.
Entró a una de las tiendas más concurridas de la ciudad, como era de esperarse a toda hora había una larga fila de clientes, realmente deseaba comprar un batido y bollos de canela así que esperó quince minutos hasta que por fin pudo obtenerlos.
A medida que caminaba hacia la salida comenzó a devorar su desayuno, mientras a un costado del ventanal una niña luchaba por hacer que su perro se moviera. Luke odiaba los animales, desde que fue mordido por uno de ellos a los seis años evitaba tener contacto para que no le sucediera nuevamente.
El pequeño animal centró su atención en el bollo de canela que comía el chico, el aroma era exquisito por lo que no dudó un momento en acercarse a él. La correa que lo ataba a su dueña era lo suficientemente larga para que se desplazara a una distancia considerable, de manera que la niña observaba algún punto de la ciudad sin percatarse de lo que hacía su mascota. Luke al notar que el animal estaba a sus pies observando sigilosamente el alimento que tenía en su mano, decidió dar uno que otro paso intentando alejarse del can, pero este lo siguió, continuó moviéndose hacia un callejón que estaba a la cercanía pero un ladrido lo frenó.
Un gruñido provocó que soltara el bollo de canela y se quedara paralizado en su lugar, con las manos en alto como si tuviera miedo de la próxima acción que cometería el cachorro. El animal olfateó durante unos segundos la masa de dulce, cuando se disponía a comerla un sonido lo alertó, la cadena estaba en el suelo dándole la libertad de moverse hacia donde quisiera. El animal se acercó nuevamente a Luke, esta vez elevándose en dos patas para olfatear y saborear su mano, un gritó agudo salió de la boca del chico y seguidamente comenzó a correr por una de las avenidas.
Su batido continuaba fuertemente sostenido por su mano, miró por sobre su hombro para asegurarse de que el can lo había perdido de vista. Al no ser así, aceleró su paso chocando con una persona causando que el vaso plástico que hasta hace unos segundos tenía entre sus dedos, fuera vertido sobre la ropa de este.
Levantó su vista encontrándose con la mirada sorprendida de un chico, sus ojos viajaron a través de su rostro hasta posarse en el inicio de su camisa ya completamente manchada con el líquido rosa.
-¡Lo siento! no fue mi intención, ese perro quería comer mi desayuno y luego a mí -exclamó señalando al cachorro que se encontraba a un lado luciendo inocente.
-¡Es un chihuahua! -respondió el chico largando una carcajada, hasta el punto de sujetar su estómago.
-¿Y eso qué? robó mi desayuno -formuló sintiéndose ofendido por la situación.
-Batidos y perros...una combinación no muy inteligente ¿no? -dijo él observando su camisa manchada.
-Discúlpame -balbuceó nuevamente, con un sentimiento de culpabilidad.
El oji-verde se encogió de hombros y se agachó para acariciar al cachorro, quien aceptó gustoso el mimo. Luke le dio un vistazo a su reloj, pensando la forma de solucionar el desastre que había causado en su ropa y a la vez, no tardarse más de cinco minutos en llegar a su cita.
-¿Puedo hacer algo por ti? Si quieres te acompaño a una tintorería... -dijo rascando su nuca, claramente nervioso.
-No te preocupes, veo que tienes prisa -interrumpió él regalándole una sonrisa.
-Nuevamente, lo siento -suspiró antes de alejarse.
No alcanzó a llegar hasta la mitad de camino, cuando notó que lo que estaba haciendo era incorrecto. Se dio media vuelta y caminó a paso rápido hasta llegar donde el chico que seguía acariciando al cachorro.
-¿El sentimiento de culpabilidad te ganó? -exclamó divertido enarcando una de sus cejas.
-Algo así -admitió Luke, elevando sus labios en una pequeña sonrisa.
El rubio hizo un ademán para que lo siguiera, dirigiéndose a una de las tintorerías más cercanas con el pequeño animal a sus espaldas. La cita podría esperar, ¿no?
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Se que dije que en cuando despeje mi mente y se resuelvan los problemas con mi familia actualizare, bien, me di cuenta de la realidad y es que, los problemas nunca terminaran, sobre todo con mi vieja. Y lo de despejar la mente, va a ser totalmente imposible, siempre voy a estar pensando, todo el tiempo y mucho y eso me esta haciendo daño cada vez más y más.
Por eso chicas, adapto fic, o dibujo, o pinto o hago lo que sea, para no pensar.
Si ya les aburrieron las fic, hagnmelo saber, para no seguir con ilusiones, para dejar de hacer esto y enfocarme en otra cosa.
Eso es todo, chicas, las quiero, no lo olviden nunca.
Ash!xx
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Smoothie (ADAPTADA) Muke
Fiksi Penggemar"En donde Luke derrama su batido en la camisa de Michael por ir escapando de un perro chihuahua" Créditos Autora: @fixariot Créditos Portada: @crazyBy5sos The food serie #3