Adios Dulzura

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Sólo quiero aclararles que lo que se
encuentra entre <> son recuerdos.
Lo verán seguido.
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<"No podemos seguir haciendo esto"

Mis ojos estaban cerrados pero mi respiración subía y bajaba velozmente mientras que dos brazos me sujetaban posesivamente el pecho y una ágil boca recorría mi nuca, húmeda y exigente. 

"Hm, que aguafiesta estas hoy, ¿No lo crees?"

Quería detenerlo pero a la vez, a la vez se sentía tan jodidamente bien. Tiré un poco mi cabeza hacia atrás recargándola en el hombro de aquella persona, dándole más espacio para jugar con mi cuello expuesto. Su lengua vagaba por detrás de mis orejas y a la vez que yo soltaba algunos audibles suspiros él colaba sus manos en mi yukata abriéndose paso, arrasando con todas mis barreras, como siempre lo hacía cuando comenzaba a acariciarme, justo como ahora, bajando y subiendo su delicada mano en aquella zona tan sensible de mi cuerpo y repitiendo mi nombre una y otra vez con deseo. 

" Eres tan sensible Naruto"

Y lo era, realmente lo era cuando se trataba de él, cuando se trataba de olvidarme de todo lo demás y entregarme a lo que realmente me hacía sentir vivo en ése momento. Había comenzado a gemir un poco mas alto, no podía evitarlo, no podía contenerlo. Era tan malditamente bueno. Jamás habíamos llegado más lejos que esto en este tipo de situaciones y no pensábamos hacerlo, era un común acuerdo implícito entre nosotros, cada vez que realmente lo necesitábamos tomábamos unas copas y el ambiente se volvía caluroso.
Dazai era una persona totalmente enigmática e increíble a su manera, siempre lo había creído. Cuando nos conocimos en un antro recuerdo que el idiota estaba fumando y abrazando a unas cuantas muchachas, pero al verme soltó una sonrisa digna de un comercial y exhaló un gran nubarrón de humo. Siempre había sido un tipo resuelto y veloz, parecía que siempre iba un paso delante de mi y del resto, se anticipaba a las situaciones más inhóspitas y salía airoso de ellas. Creo que en algún punto lo admiraba y pensaba que realmente su inteligencia era la de un estratega. 

"Oye, no quieres que yo también te..."

"Shh, por una vez calla esa pequeña boca y relájate, si ésta va a ser la última vez que hagamos ésto quiero que lo disfrutes ¿De acuerdo?, además hoy lo necesitas más que yo"

Y realmente eso era cierto, como en tantas otras noches habíamos tomado unos tragos de más en uno de los festivales de la ciudad, por lo tanto en las horas que vinieron pensamientos e ideas idiotas comenzaron a rondar por mi mente, días, recuerdos, rostros, fechas.. Maldición, realmente necesitaba un respiro de mi propia mente. Era el maldito cumpleaños de mi madre y yo apenas recordaba su voz. ¿Qué sentía realmente? ¿Enojo, culpa? Ya no sabía ni que pensar.
Comencé a separarme de Shikamaru y los demás, no quería deprimirlos ni aburrirlos con todo mi jodido rollo, era un festival por el amor de dios se suponía que justamente había que festejar ¿No es así? Para eso había venido en primer lugar. Realmente comencé a alejarme en mente y cuerpo, quería... ¿Qué quería? No debería haber jodido a nadie pero como siempre él... él siempre estababa atento a su entorno. Me siguió sin que me diera cuenta, me apartó de la multitud que invadía las calles y me tomó entre sus brazos. Me dijo al oído que los mejores amigos estaban para ello, que no debía guardarme el malestar solo para mi, mientras me acariciaba la mejilla y sus ojos se encendían, pero lo que yo realmente pensaba es que deseaba que me tocara y me hiciera olvidar todo aquello, que me hiciera sentir algo que sabía claramente no era nada que se debería sentir por un supuesto amigo. Así es, esta era la última vez que me dejaba arrastrar por estos sentimientos que me encadenaban a él y su brillante personalidad, porque realmente algo en mi no terminaba de sentirse correcto. 
Dazai era mucho mayor que yo, a decir verdad el ya estaba en la universidad y vivía solo, manteniéndose completamente con lo que su trabajo le dejaba. Nunca habíamos hablado antes de su familia, siempre esquivaba el tema con alguna broma sagaz de su parte, tampoco hablábamos de su trabajo realmente, solo sabía que tenía uno que le daba buen dinero y caso cerrado. Nunca me había interesado inmiscuirme mas de la cuenta en sus asuntos ya que desde el día en que lo había conocido me había dado cuenta del tipo de persona con la cual me estaba relacionando, el tipo de persona que era y que siempre iba a ser: un solitario. 
Un cosquilleo en la parte baja de mi cuerpo me quito de mis pensamientos, los movimientos de su mano se volvieron cada vez más rápidos y húmedos besos comenzaron a bañarme las mejillas, su otra mano estaba acariciando mi muslo derecho suavemente y yo solo quería... necesitaba...

Ironía. [SasuNaru/NaruSasu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora