Ironía. [SasuNaru/NaruSasu]

Pasado

"¿Entonces sanjarás distancias Naruto?"
"No sabría decírtelo, pero ya pasé por suficientes problemas en mi vida como para sumar a mi lista los que él parece cargar. Además, tu no oiste como me gritó Shika, me hizo sentir... un puto monstruo"

No podía evitar seguir oyendo aquella conversación en mi cabeza una y otra, y otra vez. Una conversación privada, que realmente no debería haber oído pero... Maldición, mi curiosidad fue abismal.
Me encontraba en un cubículo del cuarto de baño del intituto cuando me percaté de que no estaba solo. Dos voces se hicieron eco en el lugar y una de ellas me heló la sangre ya que llevaba evitando, por obvias razones, a su poseedor hacía ya semanas.
¿Un monstruo él? Quizá, pero demaciado contrariado a la definición que aquel idiota tenía de ese concepto. Resplandecía tanto que cegaba, su sonrísa dolía porque me hacía recordar cuan roto me encontraba y a su vez cuanto ansiaba ser salvado.
Si, definitivamente en mi mundo devastado él era un monstruo. Se parecían tanto que al oírlo expresar sus ideas del mundo tan liberales y llenas de pasión solo quería golpearlo y gritarle que dejara de ser tan necio! Que el mundo no era color de rosas, que no toda la gente tenia su misma fuerza de voluntad y valentía idiota.
Itachi Uchiha, mi hermano, siempre habia vivido en las sombras, eso me quedo claro cuando el infierno se desató. Jamás había sido alguien libre, pero si tenía voluntad y era tan valiente... Malditamente valiente como el rubio tras la puerta. Se parecían, mejor dicho quizá por eso me irritó desde el comienzo.
Cuando Itachi canceló el matrimonio arreglado por mi padre y el interrogatorio comenzó, recuerdo claramente haber estado presente allí junto con mi madre.
Mi padre siempre había sido un hombre duro y cruel, demandaba... No! Exigía perfección, y valla si le funcionó de forma inversa. Su hijo mayor, el cabecilla de la familia, su heredero, el perfecto modelo del Uchiha ejemplar se había enamorado de su profesor de equitación, un hombre.
Cada palabra que Itachi dejaba escapar en su intento de explicación era acompañada por una bofetada, cada lagrima por un insulto y cada ruego por una mirada llena de vergüenza y decepción. Para cuando acabó, el rostro de mi hermano estaba sombrío e irreconocible, inflamado y notablemente morado.
Quería abrazarlo, decirle que todo estaría bien, ¡Era pequeño por el amor de Dios!, quería gritarle que podría enamorarse de aquella mujer y que podríamos seguir viviendo juntos, que nuestro padre lo perdonaría. Estaba paralizado en mi sitio aferrado al vestido de seda de mi madre con ambas manos, quien estaba arrodillada soltando lagrimas de dolor al haber sido espectadora de aquella brutal golpiza.
"Padre..." mis ojos se abrieron de par en par, Itachi aún seguía hablando y yo rogaba, rogaba por él, y me odiaba por no estar ayudandole, estaba tan asustado, tan malditamente asustado!
"Yo ya no soy tu padre y este ya no es lugar para ti"

No...

"Esta ya no es tu familia"

No por favor..

"Sal de esta casa y no te atrevas a volver"

Itachi por favor no me dejes.

"Ahora tú eres mi único sucesor, hazme sentir orgulloso Sasuke"

Itachi... Itachi... Itachi...

Si solo hubiera sido mas valiente, mas fuerte, mas maduro... tan solo dios sabe lo que daría por cambiar el pasado.
Cuando quise darme cuenta aún seguía sentado en el cubiculo del baño, me faltaba el aliento y mi rostro se hallaba bañado de lagrimas traicioneras. Las sequé con mi antebrazo rudamente, tomé mi morral y me decidí a salir de allí, necesitaba aire, necesitaba.. dejar de pensar.
Naruto ¿Así que lo hice sentir un monstruo eh?
Al final el heredero perfecto para mi padre, era yo, lo irónico es que realmente soy el único dañado aquí. Una sonrisa triste escapo de mis labios.
A una corta edad comencé a percatarme de que era diferente, comencé a entender que me sucedía y por ultimo comencé a darme cuenta por el martirio que pasó Itachi, siempre oculto, esperando a pasar desapercibido, con la presión del 'Hijo modelo'.
Pura mierda.
Comencé a negarme, a resistirme, a tratar de cambiar, a gritar y enfadarme con facilidad, a golpear a cualquiera solo para calmarme y a no ser abierto al dialogo, para que nada entrara ni saliera, hasta que sucedió. Lo recuerdo, demonios... Tan jodidamente bueno. A mis dieciséis años las mujeres me parecían extremadamente problematicas y molestas, cuando todos a mi alrededor buscaban tirarselas yo... yo solo no les daba importancia, no entendía el porque, solo no lo hacía y ya.
Un verano en el que mi padre realizó un viaje de negocios al exterior conocí a un muchacho, relamente nos llevabamos muy bien, siempre nos encontrabamos en las afueras de los parques donde no habia demaciada gente, él explicaba que era para estar mas tranquilos, yo solo aceptaba porque disfrutaba verdaderamente de su compañia. En uno de aquellos encuentros él me besó.
Yo estaba espantado, agitado, aterrado, indignado... volvieron a mi mente miles de ideas horrendas y también el rostro de mi padre viendome fijamente, como si supiera lo que yo estaba haciendo al otro lado del mundo.
Recuerdo haberlo apartado y susurrado una disculpa, no entendía bien porque me disculpaba, solo tenia claro que no quería que aquel muchacho se molestara conmigo, estaba avergonzado y... y.... Jodidamente duro como jamas en mi vida.

Exalé el humo de mis pulmones mientras recordaba nuevamente las palabras de Naruto. Ese día el iba a decirme algo y yo nuevamente huí de la situación, no queria recordar nada de aquello pero... Al momento de entrar en mi habitacion esa noche e imaginarme su boca cerca de mi y sus ojos observandome tan fijamente como ese día que lo hallé casi dormido en la azotea del instituto reprimí el deseo de bajar lentamente una de mis mano hasta mi palpitante entrepierna.
Yo no había pedido ser así, no deseaba ser así. ¿Como es que a él no le importaba nada más allá de sonreir de aquella manera?
Maldito fuera si dijera que no me había calentado que me hubiera observado follandome duro a ese tipo en el callejón arrastrado por el deseo, el alcohol y la confusión, de la misma forma que me había aterrado luego que ese hecho se divulgara.
¿Un monstruo él? Quizá en mi mundo si lo era, solo que uno caliente como el infierno.

Ojalá les esté gustando esta historia tanto como a mi! Gracias por leerla..

Vamos a ver que pasa con este terco más adelante.. para mi está necesitando un empujoncito! Saaaasuke abrite al amor! Jajaja
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