Ironía. [SasuNaru/NaruSasu]

Hipócrita

Pura mierda era lo que oía salir de la boca del vejete de historia antigua, pero saltarme a clases no era una opción, estaba completamente advertido ya que mi comportamiento no era el mejor ni se acercaba a lo adecuado en este caso. Digamos que soy una persona impulsiva, realmente me dejo llevar por mis emociones, tenía mis explosiones por llamarlo de alguna manera, y si hay algo que realmente encendía la mecha era la mentira, la hipocresía. Es decir, como dejar pasar lo que había presenciado la noche anterior tan fácilmente? No podía evitar sonreír cínicamente. Ahora que lo pensaba, yo no iba por allí gritando mis preferencias sexuales pero realmente no lo ocultaba, es decir, cielos estamos en el siglo XXI, creo que ya se había superado la crisis de quemar en la hoguera a los homosexuales e histéricas. Santo dios, esconderse tras la fachada del perfecto chico hetero, rebelde, un poco misterioso y líder de un grupo de matones que si por no fuera poco querían molerme a golpes solo por mis gustos... Ahora que lo pensaba era tan obvio, tan cliché, como no lo note? Cada vez que se metían conmigo alguno terminaba con un ojo  morado o la nariz sangrante, pero eso no los detenía, él tenía una fijación con joderme la existencia, solo el verme le causaba rechazo, lo notaba a leguas, pero que forma gloriosa de fingir Sasuke Uchiha, tu si mereces un Óscar. Volví a sonreír de lado y la campana que marcaba el almuerzo sonó liberándome así de mis pensamientos. Al salir de aquel salón para dirigirme a mi casillero debía pasar primero inevitablemente por el cuarto de limpieza, pero al caminar cerca de allí lo único que pude oír fueron sollozos y unas risas, bastante conocidas para mi.
"Ya deja de llorar marica y danos el dinero, es sencillo" sentenció una grave voz.
"Ya les dije que tomen lo que quieran, solo... Por favor déjenme ir" y mas sollozos se oyeron.
"Oíste Sasuke, la mariposa dijo que tomemos lo que queramos!"
Se hizo una breve pausa y luego se oyó una profunda risa, maldito infeliz.
"Quien quisiera tomar algo más de ti?"
Eso fue todo.. como un ventarrón me abrí paso en ese cuarto y la escena me desgarro, un chico empapado en lagrimas estaba tirado en el suelo con sus anteojos partidos y a su lado dos miembros del club de idiotas lameculos quienes me miraban con expresión sorprendida. Mi atención voló rápidamente al presidente, al capataz, al dueño de unos ojos negros llenos de burla y sorna. Me acerqué lentamente y para sorpresa de los otros tres le partí el tórax de un golpe y en lo que este caía con cara de sorpresa y dolor yo lo tomaba de la camisa y le susurraba al oído solo para que él pudiera oírme
"Rogando serías aun mas patético ¿no lo crees?"
De pronto un temblor lo traspaso y su piel se crispó de forma violenta, una mueca de terror se apoderó de su cara por completo y yo solo lo solté,  salí de allí y seguí mi camino.