capitulo 64

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Desde que escribí una carta en twitter para que nos dejaran en paz, luego

de mostrarla en TV gracias a dios no siguieron jodiendo, Peter estaba

mucho mejor de su espalda así que estaba volviendo a 3musica que estaba

mas a full que nunca de laburo, volvieron a tocar los chicos o a ensayar y

se estaba terminando de preparar para el gran rex cada vez quedaba

menos, nos veíamos en la noche un ratito a veces venia a dormir a casa, a

veces íbamos yo y Allegra a la suya y así estábamos, el cumpleaños de el y

de mi bebe se acercaba y me desesperaba, no quería que mi pequeña

siguiera creciendo, por otro lado el embarazo de mi hermana seguía

creciendo y ya casi llegaba a los 2 meses Nicolás estaba mas emocionado

que nunca, cada 5 minutos tocándole la panza, etc unos tiernos, Brenda

se iba el 28 de Agosto a Colombia asi que también estabamos triste por

eso, la verdad que habia tanta calma que no me gustaba, en mi vida la

calma no era una buena amiga. Hoy entré a mi casa y me encontré con el

sillón de Eugenia en MI LIVING con una nota que decia "ni loca me lo

quedo, este es mi primer regalo para tu nuevo hogar, te amo" Peter vino a

cenar y se tentó cuando vió mi nuevo regalo

- Es lo mas – dijo riéndose –

- Si – me rei mirando también –

- Bueno.. es una parte muy importante de nuestra historia de amor, no?

Ese sillón.. digo.. – se reia – Y alle?

- En el departamento con Euge, es viernes.. le toca pijamada donde su tia,

no puedo interrumpir, ya sabes

- Cierto, me olvidé que era viernes, tuve una semana dura – sonrio -

- Que buena onda eso del machobus, vas mañana no? – le pregunté

mientras terminaba de sacar los platos de la mesa –

- si – dijo con una sonrisa – la verdad que estuvo bastante entretenido la

grabación, espero que quede bueno.. vamos a tocar con los chicos en el

programa

- posta? – me senté – que genial, que van a cantar?

- Y si alguna vez – se paró para sentarse en el sillón – che porque no

venis.. acá, y hacemos un estreno del sillón en tu casa

- Tengo que lavar la loza – rei pero el vino y me tomó la cintura –

- La loza puede esperar, yo no.. – rió – Dale, vení.. – me llevó de la mano

hasta el sillón y se sentó, me senté en su piernas y lo besé, disfrutamos

ahí y un par de chapes y cuando me estaba por sacar la remera, lo detuve

- Pará.. – reí – Tengo que ordenar mi amor..

- No no después.. – me decia –

laliter vuelvo a casa (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora