La Aprendiz (Serie Collide 1)

Once

A partir de mañana serás la nueva aprendiz de Diseños Huxley.

Jueves en la mañana, su primer día de trabajo en Diseños Huxley.

Desde que Blair le dio la buena noticia el día anterior, Charlie había imaginado incontables veces como sería aquel grandioso día. Vestiría un atuendo ejecutivo y sus mejores tacones de diseñador. Haría una entrada triunfal, su cabello ondearía con el viento, al estilo de los comerciales de champú de la TV, y todos los empleados la mirarían atónitos.

En cambio, alcanzó a llegar a la oficina por los pelos. Cuando el autobús la dejó en la Sexta Calle Hope a las 8:28 am, prácticamente tuvo que correr hasta el edificio 611 de la Sexta Calle Oeste. Y al llegar al piso 20 se encontraba despeinada y sin aliento.

Por suerte, había optado por una vestimenta cómoda: pantalones de vestir color beige, una camiseta gris, blazer color azul petróleo y zapatillas bajas. Aún no se sentía lo bastante cómoda para volver a usar sus tacones, sin embargo esperaba estar lo suficientemente presentable para su primer día en la oficina. Había decidido usar transporte público para evitar malgastar todo su dinero en UBER, no obstante el recorrido desde su residencia en Westwood Park hasta el centro de Los Angeles le había tomado más tiempo del proyectado. Y aunque su apartamento quedaba a una buena distancia de la universidad, de ahora en adelante tendría que organizarse mejor para poder llegar a tiempo al trabajo. Tener que salir de casa antes de las 7:30 am no le agradaba en lo más mínimo. Tal vez era momento de reconsiderar la vieja oferta de comprarse un auto que le habían hecho sus padres al mudarse a Los Angeles. Al principio la había rechazado porque prácticamente podía ir caminando hasta la universidad- y además quería ahorrar algo de dinero. Pero ahora la situación era diferente y debía pensárselo mejor si en cambio, lo que deseaba ahorrarse eran unos treinta minutos adicionales de sueño diario.

Logró llegar a la oficina a las 8:31 am, atravesando la puerta junto con un par de empleados más. Sin embargo el lugar estaba en calma pues la jornada laboral apenas comenzaba. La recepcionista de cabello bicolor ya se encontraba en su puesto de trabajo y detrás de ella el logo de Diseños Huxley brillaba en azul neón frente a un fondo metalizado de color gris.

Al ver a Charlie, la chica se levantó de su asiento con una sonrisa y le dio una entusiasta bienvenida.

-¿Estás lista para tu primer día de trabajo?

-Tan lista como puede estarse.

-¡Genial! Ah, por cierto, mi nombre es Lola Martínez. -La chica extendió su mano y ambas intercambiaron un apretón.

-Charlotte Gutiérrez. -Lola asintió, dándole a entender que ya estaba familiarizada con su nombre. -Eh, ¿el señor Huxley no ha llegado?

-Sí, ya está aquí, pero está ocupado en la oficina de Marianne, nuestra administradora. Si quieres, puedes esperar un momento, no tardará en salir.

-Seguro. Gracias.

En ese momento, una joven alta y de piel oscura salió de una de las oficinas cargando unas carpetas en los brazos. Su porte y estatura le hicieron recordar a una deidad egipcia. Al ver a Charlotte dio un respingo, pero rápidamente su expresión cambió de sorpresa a reprobación. Sus ojos rasgados se entornaron, mirándola de pies a cabeza con aire de superioridad, como quien ve a un bicho. Charlie le dio los buenos días, por mera cortesía, y la chica le respondió con desdén antes de darse la vuelta y seguir su camino.

Charlie la observó alejarse, montada en unos enormes tacones y contoneando las caderas al andar. Tuvo que aguantar las ganas de entornar los ojos, ni siquiera había comenzado a trabajar y al parecer ya se había ganado su primera enemiga.