(Foto de arriba hecha por Sarikarip)
Los rayos de sol inundaban aquella habitación de color celeste. Un chico peliazul despertaba perezosamente en su cama, intentando levantar sus brazos, mas le era imposible, ya que algo, o más bien alguien, le rodeaba ambos. Sonrió por reflejo y se sonrojó levemente al observar aquella hermosa cabellera morada que portaba su amado. Intentó con cuidado sacar sus brazos de aquel abrazo que le daba su acompañante para luego envolverle con ellos, aferrándolo más hacia su pecho. El pelimorado se acurrucó junto al mayor, en estatura, mientras se despertaba lentamente al sentir unos cálidos labios besar su cabeza.
- Buenos días, conejito- la voz de su novio hizo que por fin abriera sus ojos, dejando ver el hermoso color carmín que los coloreaba con un brillo peculiar.
- Buenos días, maestro- soltó una risilla para luego depositar un suave beso en los labios del de piel morena, haciendo que se sonrojara- ¿Has dormido bien?
- Contigo siempre duermo bien- se sentó sobre su sitio y el pelimorado lo imitó, para luego abrazarlo por la cintura, y ser correspondido siendo abrazado por el cuello.
Sí, todo estaba comenzando muy bien para ser un día de clases... Demasiado bien...
- ¡¡¡Bon!!!- una voz aguda sobresaltó a ambos chicos- ¡¿CUÁNTO TIEMPO ESPERÁIS TÚ Y TU NOVIO PARA BAJAR A DESAYUNAR?! ¡¡LLEGARÉIS TARDE A LA ESCUELA!!
Bon soltó un bufido y se dejó caer sobre la almohada y taparse los ojos con el brazo, haciendo que el de piel pálida soltara una carcajada.
- Lo siento, Bonnie- se quitó el brazo de su cara-. Ya sabes cómo es mi madre, es algo histérica...
- No importa, Bon- le besó la mejilla-. Ya sabes que adoro a tu madre... Mejor vistámonos para no hacerla enfadar más- le tendió la mano para levantarlo.
- Sí, tienes razón- le agarró suavemente la mano, se levantó y besó le dorso de la mano de su novio, consiguiendo que se sonrojara.
- D-deja de ser tan cursi...- apartó la mirada el más bajo, pero aún sonriendo.
- Nunca, mi amor- dijo el de ojos esmeraldas, susurrando en el oído del menor.
Luego de un rato, ya estaban cambiados y bajando por las escaleras corriendo, para ver quién llegaba antes a la cocina. Acabaron ambos en el suelo, Bonnie encima de Bon, chocando sus espaldas.
- Por fin bajáis, vagos- la madre del peliazul sonreía burlona al ver la pose en la que habían acabado ambos chicos, haciendo que se levantaran inmediatamente, a tope de sonrojados.
- P-perdón por hacerte esperar, mamá- Bon estaba muy avergonzado de que su madre le haya visto tan cerca de Bonnie.
- Tranquilo, cariño. Pero ahora debéis desayunar rápido, o se os escapará el autobús.
Así es, al estar en casa de Bon, están más lejos del instituto, por lo que deben ir en bus si quieren llegar a tiempo. El pelimorado tomó la mano de su novio y se sentaron juntos para desayunar. La madre de Bon, Roselya, les miraba de reojo y sonreía al ver a Bon tan feliz. Nunca pensó que su hijo sería homosexual, pero no le importaba mientras tuviera a alguien a quien amar y dar cariño. Además, Bonnie era un buen chico, siempre le hacía compañía a Bon y se ayudaban mutuamente, tal vez había sobrevalorado a su hijo al pensar que sería mala idea dejarlo sólo durante el verano.
Una vez terminaron de desayunar, cada uno cogió su mochila y su guitarra para la escuela, sus abrigos y salieron de la casa del peliazul no sin antes recibir un beso en la frente de parte de Roselya. Una vez estuvieron un poco alejados de la casa, se tomaron de las manos y fueron hacia la parada a paso rápido. Con un poco de suerte, lograrían encontrarse con Mangle y Joy. Un viento algo frío acarició ambos rostros, provocando que sus mejillas adquirieran un color rosado. Bon dirigió su mirada hacia su novio. Este sonreía muy feliz y se veía realmente lindo con las mejillas ligeramente sonrojadas. El peliazul sonrió por reflejo y apretó un poco el agarre de sus manos, haciendo que Bonnie se volteara para verle y sonriera, para luego Bon sonrojarse mucho más y apartar la mirada. Al pelimorado le encantaba hacer que su maestro se pusiera nervioso, por lo que decidió acercarse más a él y apoyar su cabeza con su hombro. Aminoraron el paso y disfrutaron de aquella cercanía, solos en su mundo. Estuvieron así unos momentos... hasta que escucharon la bocina del autobús que ya había llegado a la parada. El peliazul agarró con un poco de fuerza la mano del de piel pálida y echó a correr hacia el vehículo con todas sus fuerzas. Bonnie le seguía a duras penas, pues no le había avisado y estaba algo desorientado. Lograron subir a tiempo al autobús, antes de que cerrara las puertas. Las personas que estaban ya sentadas dentro del bus miraban sorprendidas a los jóvenes, que intentaban conseguir algo de aire mientras jadeaban cansados, mientras cotilleaban entre ellas.
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Dulce infancia (BonxBonnie) [2° Libro]
FanfictionVuelven las clases, y con ellas los concursos. Será la primera vez que los Animatrónicos y los Toys toquen juntos como única banda en el nuevo Concurso de Primavera, y la primera vez que Irene participe en un nuevo Concurso de Ciencias. Pero... la v...