Capítulo 10. Tarde de juegos

5.2K 373 397
                                    

(Foto de arriba hecha por  Mafer_Lear)

Sweety: Hola, queridos lectores, ¡Nya! Me llamo Sweety, y yo os avisaré cuándo el capítulo será dulce

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sweety: Hola, queridos lectores, ¡Nya! Me llamo Sweety, y yo os avisaré cuándo el capítulo será dulce... ¡como yo, nya! Disfrutad de la lectura, ¡y ojo con la diabetes, nya!

El timbre anunciando la tercera clase sonó.

- Bueno, creo que ya tengo que volver a clase, otra hora de sufrimiento...- soltó el pelimorado, suspirando, no le gustaban las clases de tecnología.

- Jaja, por lo menos te has traído las gafas, puedes dormirte en clase...- le dijo la castaña.

- Sí... será mejor que vaya yendo, no quiero al menos llegar tarde- le devolvió los muñecos a Irene y se despidió de Bon-. Nos vemos luego- sonrió y se fue.

El pequeño también sonrió y se despidió de Bonnie con la manita, aunque no quería que se fuera. Le estaba agarrando confianza a la chica, pero no tanta como la que tenía con el pelimorado.

- Bien, supongo que ya no hace falta que te haga más pruebas de momento, y creo que te hará bien dormir un poco- Irene le acarició la cabeza al peliazul-. Parece que Bonnie te ha despertado un poco pronto- en eso notó que el peliazul le hacía un pequeño puchero- ¿Qué pasa?- apuntó a su mochila e Irene entendió- ¿Quieres el peluche?- y Bon, obviamente, asintió. 

Irene sonrió feliz y le devolvió el muñeco a Bon, quien lo abrazó fuertemente. Cargó al pequeño en brazos y notó que empezaba a tener sueño. Lo dejó tumbado encima de su mesa, usando su mochila como almohada y recargó sobre ella la cabeza del peliazul, cogió su chaqueta y arropó con cuidado al bebé, el cual ya se había dormido con su peluche. Irene sonrió y siguió trabajando en su pistola, o a veces sólo dibujaba a Bon mientras dormía. La hora pasó y Bonnie volvió al laboratorio, un poco tarde ya que sus amigos no le habían avisado de que el timbre había sonado hace 10 minutos, pues pensaban que estaba ocupado, pero simplemente estaba durmiendo.

- ¡Perdón por tardar!- el pelimorado entró jadeando, se notaba que había estado corriendo.

- Hey, tranquilo, ni que fueras una bala- rió la chica con el peliazul en brazos, cual tenía su ropa de abrigo y su peluche, pues los profesores no les dejaban estar dentro del recinto y tendrían que ir al recreo.

- Aún así quería llegar pronto para recoger a Bon- se excusó el chico mientras recibía al pequeño y cargaba.

- Aww, qué lindo, ya suenas como una mamá- Irene se enterneció al ver cómo actuaba Bonnie con Bon, pero luego se carcajeó al ver el rostro rojo del muchacho.

- S-sí, sí... lo que tú digas- apartó la mirada fingiendo molestia con la chica-. Sólo vámonos, los chicos ya nos estarán esperando.

- Cierto...- ambos chicos iban a salir, pero alguien llamó a la puerta del laboratorio, y en ese momento entró una chica con unos papeles en sus manos.

Dulce infancia (BonxBonnie) [2° Libro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora