Pain: el Nii-San

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De todos mis hermanos (llevamos desde muy pequeños juntos, así que no sale de mí llamarlos hermanastros), el mayor es Pain. Vino de la Villa de la Lluvia a los cuatro años, cuando todos los demás teníamos de dos para abajo. Enseguida enganchó con Konan, a quien cuidó y protegió siempre desde pequeños. No se separan nunca, y si molestas a uno el otro es quien te atacará de vuelta. 

Mi relación con él es normalita: como todo hermano mayor de familia, se cree el jefe, aunque nuestros padres le paran los pies muy a menudo antes de que se le suba demasiado a la cabeza. Empezó desde los diez años a hacerse piercings, lo que me daba curiosidad, y eso fue una de las razones por las que no quiere que lo moleste, ya que me la paso tocándole la nariz, literalmente. Y como se cree el chachi guay de la casa, muchas veces pasa algo como...

Flashback

Apenas salí de la ducha, me enrollé como siempre la toalla alrededor del cuerpo, dejando que mi pelo blanco se me pegara en la toalla por fuera y me dejara sentir sus puntas justo encima de mi trasero. La toalla me recubría desde la clavícula hasta la mitad de los muslos, justo como me gustaban a mí. Esto fue el año pasado, aunque la situación no ha cambiado mucho. 

- ¡Akira, sal ya!- gritaba Pain desde fuera, aporreando la puerta. 

- ¡Si me presionas tardo más, que encima va a empezar "Buscadores de fantasmas" y están todos abajo ya!- grité en respuesta, escurriéndome el pelo frente al espejo. 

De repente, la puerta se abrió, Pain entró, me cogió por la cintura desde atrás y salió del baño, cargándome como si nada. 

- ¿Qué haces, idiota? ¡Suéltame!- me revolvía frenética mientras mi hermano bajaba las escaleras cargándome, hasta que llegó al salón, donde mi sitio en el centro del sofá estaba libre como siempre, y me dejó caer ahí. Mis hermanos me miraron, y en cuanto vieron cómo estaba se les salió a TODOS un hilo de sangre por la nariz. Gruñí, me aferré la toalla y volví al baño, empujando a Pain para entrar antes que él y cerrando la puerta con llave. 

Hasta que no terminé, no salí. 

Fin del flashback

De todas formas, Pain y yo nos llevamos muy bien, y es uno con los que no suelo discutir seriamente. Si acaso, son peleas "básicas", sin llegar a los gritos ni a las manos. Es muy bueno conmigo y nos reímos mucho, y también me defiende en el instituto muy a menudo.

En definitva, es el perfecto Nii-San. Pain Akatsuki, mi hermano mayor, es el mejor Nii-San de toda la historia n.n. 

Yo y mis hermanos AkatsukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora