Yo y mis hermanos Akatsuki

Deidara: el artista efímero

De los tres artistas de la casa, Deidara es el más delicado con respecto a las críticas. Si le dices que una de sus obras no te gusta, te amenaza con explotártela en la cara. Y no es coña, ya que una vez de pequeñito le preguntó a su muñeco de Superman con voz que qué le parecía su arte, y cuando pulsó el botón...

- "Acabaré con tus malas artes".

Y reventó al muñeco con la bomba. Eso sí, luego se puso a llorar.

Pero con respecto a lo que fraternal se refiere...

Flashback

- ¡¡¡DEIDARA!!!- aullé desde la cocina, con harina hasta dentro de las orejas. ¡El muy idiota había hecho explotar una bolsa de harina en mi cara cuando me disponía a preparar galletas! Ahora estaba blanca por toda la cara y el pecho, y en mi pelo la harina parecía nieve. 

- Dime, Nee-Chan- se asomó Deidara por la puerta de la cocina. Cuando me vio, se retorció de risa-. ¡No puedo creer que hayas picado, sí!

- ¡Te voy a matar! ¡Vuelve aquí, cobarde!- grité por toda la casa, corriendo detrás de Deidara. 

No siempre las cosas son así. A veces nos da la chispa "fraternal-idiota" y nos ponemos en plan...

- Deidara Nii-San, cariño mío de mi vida hermosa, precioso maravilloso regalo divino...- empecé a decir bajando las escaleras.

(Tras bajar las escaleras y llegar al salón sin parar de decir cosas así...)

- ... inteligente artista para toda la vida...- dejé la frase en el aire, abrazando a Deidara por el cuello desde atrás. Él estaba viendo la tele con Sasori, Hidan y Kakuzu. 

- ¿Qué...?- alargó la pregunta.

- Hola- sonreí. 

- Akira Nee-Chan preciosidad caída del cielo, angelito de mi vida...

(Un laaargo rato después... xD)

- ... pequeña cosita rica, más linda que un dango...- dejó la frase en el aire.

- ¿Qué...?- alargué la pregunta sin soltar nunca su cuello, en un abrazo dulce. 

- Hola.

- ¡Por favor!- se quejó Hidan-. ¡No tenéis vida, os la pasáis así todo el día! ¡Pesados!

- Es que nos queremos- respondimos al unísono Deidara y yo. Luego rompimos a reír.

Fin del flashback

Así todos los días. Deidara y yo tenemos una conexión especial, aunque a veces nos critiquemos todo el rato por nuestro arte y demás. Aprovecho la ocasión para decir que mi arte es la música: en mi habitación tengo una guitarra eléctrica, una guitarra española, una flauta traversa, un violín y en el salón un piano.  Aprendí a tocar de oído desde bien pequeñita, por eso soy la tercera artista de la casa. 

En fin, volviendo con Deidara Nii-San, es un hermano ejemplar. El típico que siempre hace bromas con sus hermanos pequeños y a veces los pica un poco. Nos queremos mucho mutuamente y salimos en defensa el uno del otro cada vez que se da la ocasión. Deidara Akatsuki, el artista de la belleza efímera.