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—Disculpa.

Un chico alto de piel oscura me miraba divertido.

—La gente pocas veces no me ve, puede que sea por mi altura excesiva o por que soy negro y resalto entre el resto de la gente.

Sonreí con dificultad, esta se podía definir como la conversación más larga que había tenido con un chico.

—¿Te está molestando?

Me voltee al escuchar una armoniosa voz femenina... Estaba segura que había visto a esa chica rubia antes.

—¿Yo? ¿Molestando? Que dices Clara. Si yo soy un ángel hecho humano.

Los ojos verdes del chico brillaron al encontrarse con los ojos azules de la chica.

—Seguro Rodrigo y yo soy alta.

Rodrigo... Claro, como no lo había notado. Eran los mejores amigos de Sebastian... Mi Sebastian.

—Pero claro que eres alta... para ser un Hobbit.

La chica lo golpeo y él la abrazo para evitar que lo volviera a hacer. Me sentí incomoda frente a ellos, ya que claramente habían olvidado mi presencia, no era algo difícil de hacer para ser sinceros.

—Bueno, siento haber chocado contigo y me tengo que ir. ¡Adiós!

Me voltee y caminé lo más rápido que pude. Odiaba las despedidas, siempre sentía que era el momento más incomodo en una conversación y eso que para mi todo era incomodo dentro de una conversación.

Escuche como Clara me gritó "¡Eh chica, se te ha caído algo!" Pero preferí hacerle caso omiso. Nada que tenía valía lo suficiente para pasar nuevamente por una despedida.

No sabía que tan equivocada estaba.

Sebastian TurnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora