-Hijo, tu madre y yo hemos tomado una decisión, creemos que sois demasiado pequeños para estar todo el día solos en casa, tu hermana tan solo tiene 4 años y tú eres solo un adolescente de 12 años. Así que estas vacaciones las pasareis con vuestros abuelos en el pueblo.
-Pero papá, en el pueblo de los abuelos no hay nada que hacer, solo hay personas mayores y los abuelos tienen muy poca paciencia. Siempre me están gritando y una vez incluso la abuela se atrevió a pegarle una cachetada a mi hermana solo porque no se callaba.
-¿¡¡Cómo eres capaz de hablar así de tus abuelos?!!, ¡Tu abuela nunca os pondría la mano encima! Que no se hable mas, cuando volvamos del trabajo quiero que tengas todas tus cosas listas para meterlas en la maleta. Esta noche os llevaré a la casa de vuestros abuelos que mañana tengo que trabajar temprano.
-Pero papá...
-He dicho que no se hable mas, -suspira- recoge la mesa y lava los platos, ya hemos hablado, esta noche tienes que tenerlo todo listo.
Se levanta, se viste y se va a trabajar.
Odio que me traten como alguien que no tiene opinión.
No quiero pasar el verano en casa de mis abuelos. Hace mucho calor en el pueblo y ¡no tienen ni piscina!
Chantajeo a mi hermana para que ella recoja la mesa y yo me pongo a lavar los platos.
Al terminar de recoger la cocina con mi hermana, se me ocurre la idea de inventar un plan para no ir a la casa de los abuelos, tengo que convencer a mis padres de alguna manera, este verano no lo paso con los abuelos de ninguna manera.
-Delia, ¿Tú quieres ir a pasar las vacaciones con los abuelos?
-Si, echo de menos a la abuela, el abuelo me dijo que cuando volviese al pueblo el próximo verano, me llevaría a muchos sitios.
Vale, mi hermana si quiere ir, tengo que intentar hacerle cambiar de opinión.
-Pero Delia, no te acuerdas de que pasó el verano pasado, la abuela no te dejaba hacer nada, estabas todos los días frente el televisor.
-Y también tengo una amiga, siempre la veo cuando voy al pueblo.
-¿Que amiga? ¡Si en el pueblo no hay ninguna niña de tu edad!
-Si, se llama Ema, nadie puede verla porque es mi mejor amiga, por eso quiero ir.
Madre mía, esta niña algún día me va a volver loco, yo intentando convencerle de no ir al pueblo y ella diciéndome que quiere ir para ver a su amiga imaginaria.
Me voy a mi cuarto exhausto, pues no me va a quedar otra que ir al dichoso pueblo.
Me pongo a recoger mis cosas cuando de repente me llega un mensaje. Cojo el móvil y es solo mi mejor amigo. Miro para ver si la chica que me gusta ha respondido mi mensaje pero nada, me ha dejado en "leído".
Mi amigo dice que viene a mi casa, a ver si al menos el consigue bajarme los humos, le he contado lo de mi viaje y dice que tiene una idea infalible para impedirlo.
Cuando llegó mi amigo, me contó su plan, era algo así:
-Mira Cris, es muy fácil, tú no quieres ir al pueblo de ninguna manera, ¿verdad?
-No quiero ir.
-Yo podría ayudarte a retardar el viaje. Imagínate que te pones enfermo...
-Pero cómo voy a hacer para ponerme malo.
-Tonto, no hace falta que te pongas enfermo de verdad, tú solo actúa. Caliéntate la cara con algo y cuando esté tu madre a punto de llegar, haces como que has pillado un resfriado. Y mira, para que sea mas realista, abre una cebolla y empieza pelarla, los ojos se te pondrán rojos y parecerá que estás enfermo de verdad. Tú hazme caso, mis trucos son infalibles.
-Bueno, lo intentaré, tampoco me queda otra.
Y así fue como pasó todo.
Cuando se marchó mi amigo, eran casi las 08:30pm, faltaba media hora para que llegasen mis padres a casa.
Tenía todo planeado, me lavaría la cara con agua caliente, pondría un poco de cebolla debajo de la almohada, me metería debajo de las mantas y ¿sabéis qué?, Cristian no se va a ningún maldito pueblo HAHAHA.
Cojo a mi hermana he intento hacerle creer que estoy enfermo.
- Delia -imito un estornudo- porfa, traeme un vaso de agua -hago como que tengo tos-. Date prisa, que tate está muy malo.
- ¿Qué te pasa tate?
- No lo se pero siento así de repente que me encuentro muy mal.
- Vale tate, ahora te traigo un vaso de agua.
¡Mi hermana se lo ha tragado todo!, ahora solo me queda engañar a mis padres.

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No me mires así
Fiksi RemajaCristian, un joven de 12 años, descubre que vive una mentira...