El joven reportero Tintín con la ayuda de Milou, su fiel perro blanco, la historiadora francesa Alice Pelletier; el capitán Haddock, un viejo lobo de mar de mal carácter y dos torpes inspectores de policía llamados Hernández y Fernández, viajará por...
-"Todo se pierde tan fácilmente " ¿Qué crees que quiso decirnos?- Estaba caminando por las húmedas y solitarias calles de Londres con Alice tomada de mi brazo y Milou a la par nuestro, en camino hacia mi departamento
-No lo sé, pero me pareció sospechoso que supiera que parte del barco se rompió- Dijo Ali - Nunca le dijimos nada.
Entramos en el edificio y subimos por las escaleras hasta llegar al primer descanso donde se encontraba la puerta de mi departamento. Busqué mis llaves para abrir la puerta, pero esta ya estaba abierta. El problema está en que yo siempre cierro la puerta con llave. Milou empuja un poco la puerta y entra. Golpeo la puerta y entro a mi departamento a oscuras.
- ¡Recorcholis!- Exclamo sorprendido. Todo está destruido. Los sillones están volcados, todos mis libros tirados. Papeles por todos lados. La heladera abierta toda desordenada. Cajones salidos de su lugar o abiertos, lámparas y cuadros rotos. Muebles corridos. Esto es un desastre, habían allanado mi departamento.
-Mon Dieu- Susurró Alice cuando entró y prendió la luz.
Milou empezó a correr a mi alrededor ladrando desesperadamente.
-¿Que pasa Milou?- Le digo. Estaba gruñendo con la cabeza metida tratando de entrar bajo el mueble donde antes estaba el barco. Me agacho y miro debajo mientras alumbro con la linterna. Y ahí se encontraba. Un cilindro de metal pegado contra la pared. Estaba metido hasta el fondo, por eso Milou no podía agarrarlo. Y yo tampoco.
-Ali, ayúdame a mover esto- Ambos corremos el mueble para el costado haciendo espacio para poder pasar. Lo agarro en mis manos y lo observo atentamente.- ¿Qué es esto?- murmuro.
-¡Aja! Estaba en el mástil- Dijo Alice, se dirigió rápidamente hacia la mesa que se encontraba a unos pasos colocando bien la lámpara que estaba sobre ella. La imito y me siento al frente mientras abría el cilindro. Lo separo en dos y saco lo que estaba adentro. Un pedazo viejo de pergamino todo enrollado.
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-Bien Milou- Lo felicito cuando me trae la lupa. La agarro y despliego el papel dejando ver un mensaje escrito en caligrafía antigua, con tres cabezas de unicornios dibujados en la parte superior. Me ayudo con la lupa y leo en voz alta.
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