Era de madrugada, sin embargo Harper tenía los ojos abiertos de par en par, estaba cayendo una gran tormenta aquella noche. No, no estaba para nada asustada, sino todo lo contrario, simplemente no se quería dormir porque anhelaba ver el espectáculo de luces eléctricas que ofrecía la bella tormenta de madrugada. Salió de su cuarto procurando no hacer mucho ruido, no podía presenciar muy bien aquel fenómeno natural que tanto le gustaba desde su ventana, tenía que buscar un buen lugar pronto antes de que la tormenta terminase. Corrió por el pasillo con una gran sonrisa en su boca, nada le emocionaba más que escuchar el sonido de la lluvia acompañado de los potentes rayos que iluminaban completamente la noche.
Pero entonces escuchó algo además de la tormenta, se acercó a una de las puertas de los dormitorios y entonces logró escuchar unos casi inaudibles sollozos, seguramente se tratase de un niño que se encontraba llorando. Una parte de la pequeña quiso entrar a consolarlo, pero estaba muy indecisa si debía abrir la puerta o no. Después de unos segundos se decidió por entrar. La habitación estaba perfectamente ordenada a excepción de un rompecabezas de varias piezas blancas con una L negra en la esquina superior izquierda que yacía en el piso, la cama estaba a un rincón y a pesar de la poca iluminación que había pudo distinguir una figura que podía fácilmente comparar a la de un bebé en posición fetal cubierto con las sábanas blancas. Un rayo ilumino la habitación completamente y luego retumbo haciendo que el pequeño niño soltara otro sollozo.
Ella se acercó silenciosamente a él y le toco el hombro, se encontraba de espaldas y estaba temblando pero se quedó completamente estático ante su contacto. Ninguno hablo, lo único que rompía el silencio era el sonido de la lluvia chocar contra la ventana.
-No tengas miedo... -susurro ella para tratar de calmarlo, cosa que estaba funcionando a pesar de desconocer completamente a la niña que se encontraba tras sus espaldas.
-¿Q-quién eres? –Pregunto el niño con nerviosismo, él no solía ser así, pero gracias a la tormenta se encontraba bastante asustado.
-Soy Harper –le sonrió con dulzura.
-(La niña nueva ¿Eh...?) –Pensó el pequeño niño, otro rayo hizo iluminar la habitación para después llegar un fuerte sonido que hizo tensar al pequeño. Harper, en esos escasos mili-segundos de iluminación, puso ver que el niño asustado tenía el cabello completamente blanco, pero no pudo detallar nada más de él pues aún seguía de espaldas. Se sentó en la orilla de la cama y comenzó a acariciar sus cabellos, el albino había comenzado a temblar otra vez a causa de otro rayo, la pequeña niña decidió hacer algo que seguramente le tranquilizaría.
-No temas más. La tormenta pasará, un nuevo día tú verás –comenzó a cantar con una tierna sonrisa- No temas más, ya pasará, a tu lado me quedaré. No temas más pues estoy aquí, no te dejaré, no te veré temer. No temas más, solo ya no estás... -hubo un momento de silencio, ella noto como el albino se estaba tranquilizando poco a poco.
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Un simple juego {Nate River}
FanfictionCuando eran niños Near le tenía miedo a las tormentas. Ella las amaba. Él era muy frío y solitario. Ella era muy insistente y parlanchina. Él jugaba con sus juguetes. Ella emparejaba a sus compañeros del orfanato. Eran diferentes, pero también parec...