Emeraldshipping

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Despertar quejandose por ser estrujado... Era algo ya horriblemente cotidiano en su vida.

—Maldita sea… Steven… Suéltame…

Drew LaRousse se encontraba oculto bajo las frazadas de la cama matrimonial de ese naranja feo —o que al menos a él no le gustaban— que el dueño de la casa insistió en comprar, sintiendo poco a poco como su temperatura corporal subía debido al cálido clima que había afuera, sumado a la falta del aire acondicionado, y, lo más molesto del asunto…

Era el fuerte agarre que Steven Stone tenía sobre su cuerpo —maldita diferencia de fuerza— abrazándolo de tal forma que lo mantenía tan cerca de su pecho como le era posible, contando también con que no solo lo estaba abrazando, sino que además, una de las piernas del mayor se encontraba entrecruzada con una de las del menor. Como si fuese una serpiente a punto de engullir su alimento, asfixiando a su comida para que no escape.

—Steven...—se quejó una vez más, moviéndose a la espera de zafarse, sin mucho éxito obviamente— Me estoy estrujando…

El campeón de la región no contesto a sus continuas quejas, solamente pareció reaccionar cuando empezó a moverse mucho más, para simplemente murmurar algo inentendible y todavía jalar al menor mucho más cerca —si es que era posible— de lo que ya lo tenía.

Para posteriormente, seguir durmiendo.

Finalmente decidió quedarse quieto en su lugar, cerrando los ojos en el proceso, pues aunque le gustase no se encontraba con el humor necesario como para admirar el desnudo pecho de su novio —aunque si admitía que solía ser una buena vista.

—Amor…

Susurro con toda la pena del mundo, esperando que el cursi mote pudiese serle de ayuda alguna.

—Cielito… Tengo calor…

Susurro empalagosamente —mientras sus mejillas se tornaban cada vez más rojas— a la vez que empujaba suavemente al mayor, y no mentía sobre el calor pues podía sentir fácilmente como las gotas de sudor comenzaban a aparecer en su cuerpo. Algo que odiaba con todo su ser.

Y aun así no alcanzaba a comprender cómo era posible  Steven parecía encontrarse más fresco que una lechuga. Sin duda alguna, había veces en las que realmente odiaba a su novio.

—¿Mmm…?

Alzó la cabeza rápidamente tras oír, finalmente, una señal de vida provenir de su profundamente dormido novio.

Lo cual no fue la mejor idea del mundo, pues su cabeza golpeó fuertemente contra la mandíbula del mayor, despertando debido al dolor.

—¡Drew!

—¡Steven!

Se quejaron mutuamente finalmente separándose.

El mayor simplemente se había sentado en el lugar donde había dormido toda la mañana, sobándose la clavícula lastimada accidentalmente. Mientras que el menor se había arrastrado velozmente hacia la orilla de la cama a la vez que también se sobaba la parte dolorida de la cabeza.

—¡¿Porque me pegaste?!—pregunto obviamente molesto el mayor, él no era una persona a la que le gustase despertar de esa forma. Ni que fuera Lance.

—¡Es tu culpa por no despertar!—contestó igual de enojado Drew finalmente alzándose de la cama—Todas las mañanas es lo mismo, si no me estrujaras como cual Seviper, podría dar por hecho que esto no hubiese pasado.

Steven únicamente chasqueo la lengua antes de volver a acomodarse en la cama, sin la más mínima intención de levantarse, era su unico dia libre y lo que más deseaba era estar en cama, acurrucado junto a su adolescente novio.

—Deja prendo el clima y me vuelvo a acostar contigo....

Susurro dándole la espalda al mayor y yendo a buscar el control para llevar a cabo la acción que le ayudará a no sentir tanto calor y poder conciliar el sueño una vez más.

Dormir junto a Steven significaba despertar quejándose sobre ser estrujado… Aunque en realidad no era ni tan malo ni tan molesto como lo hacía ver.

Dormir a su lado significaba...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora