La Hija De un Demonio "Travesia" #2 Borrador

Capitulo II

Despierto más temprano de lo habitual, veo el reloj que marcan las cinco de la mañana, me dirijo a la ventana viendo el cielo obscuro a un indicando que el son a un no nos bañaba a con sus rayos de luz. Me dispongo a cambiarme de ropas para bajar ya todo estaba listo, la noche anterior deje todo listo para partir lo más temprano posible recordando las palabras de Athan en la cena.

—Veo que haz madrugado—escucho la voz de Neirad quien está sentado en su sillón favorito junto a la ventana leyendo un libro viejo.

—Así parece—contesto caminando hacia la sala principal quedándome recargada en el marco de la entrada a esa habitación.

Esa habitación era como las demás y toda la casa un toque hogareño para alguien como Neirad que era un demonio de sangre pura, la decoración era muy acogedora, rustica y sus colores rojo quemado, amarillos claros y crema la hacen una mezcla de colores atrayentes, pero al mismo tiempo te da la certeza que estas en casa. Algunas viejas fotografías y cuadros de paisajes y personas sobre la chimenea terminaban dándole ese toque de hogar.

—Toma asiento— me invita Neirad aceptando su invitación tomando asiento en el sofá, le veo cerrar su libro y gira a observarme con una leve sonrisa—Supongo que tienes muchas preguntas—afirma su idea y cruza sus brazos.

—Si— respondo viéndolo, ahora vestía más natural, era alto de cabellos rubios y sus ojos azules resaltaban con la luz de la lámpara, su piel blanquizca y fina era muy diferente a su verdadera forma. —Las tengo— digo para verle de nuevo.

—Pregunta entonces—dice tranquilo recargando su fino rostro en su mano derecha que había recargado en  uno de los brazos de la silla, me observo unos momentos y sonrió levemente.

— ¿Cómo conociste a mi padre?, ¿Cómo se volvieron amigos? — cuestiono seriamente esperando las respuestas de aquel viejo demonio con apariencia de un hombre joven.

—Bien, como sabes o como Athan te conto—su tranquila voz cambio a una más seria y profunda, el brillo de sus ojos  azules brillaron más comenzando su relato. — Yo soy uno de los primeros demonios de sangre pura creado por el mismísimo ángel caído, desterrado del cielo conocido como Satanás el diablo. — explico cerrando sus ojos un momento hundiéndose en sus recuerdos. — Siempre era lo mismo, al principio era divertido ver cómo la gente abusaba de los de menor poder, las guerras, el odio que crecía entre ellos, los humanos eran creaturas sorprendentes pero esa rutina llego a mis limites, hasta que me encontré con ese joven— el silencio reino unos momentos y le veo abrir sus ojos para verme— jamás había visto algo igual, era un humano con cualidades sorprendentes, era solitario, podía ver el odio y lo que me llamo más la atención fue el valor que poseía y más retando a uno de los nuestros, eso era fascinante a mi ver— rio levemente— jamás en mi larga existencia había visto algo igual, yo presencie su nacimiento como un demonio, le vi crecer como tal, le vi tomar tierras, castigar a los injustos, era algo admirable. — callo nuevamente— le ayude en muchas ocasiones, le presente a Athan quien buscaba a su hermano Damon, pero…en su muerte no pude estar ahí, no pude presenciarla.

— ¿Por qué no? —cuestiono curiosa moviéndome inquieta en mi lugar, el simplemente soltó un leve suspiro y sonrió levemente.

—Como podrás ver— su vista gira hacia los retratos sobre la chimenea— a los demonios y todos los demás sobrenaturales nos tocó vivir una vida “normal” mucho antes de que tu pare muriera, yo me case con una bella mujer, jamás tuve descendencia y agradezco eso; pero muchos de los nuestros si— me mira fijamente y sonríe más abiertamente— tu padre desapareció y veo que no perdió el tiempo, su muerte… yo no creo que sea verdad— su sonrisa leve y su mirada penetrante me hizo sonrojar y gira su rostro a la entrada de la habitación— Buen día Damon.