Ese día Tyler se había levantado temprano, pues daría un concierto en Columbus, seguramente irían varios de sus amigos, gente que conocía y eso lo ponía un poco inquieto, ya que sería raro que tus amigos estén cantando tus canciones a todo pulmón, por lo menos el castaño pensaba así.
Se sentía particularmente nervioso esta vez, sentía que algo sucedería, esperaba que nada malo. En los ¿Quince? conciertos que había dado, no hubo ningún problema, todo fue hermoso, especial.
Las horas pasaban, se encontraba ya en el lugar donde daría el show, probando el sonido de los micrófonos, los parlantes, los amplificadores. Todo iba excelente, el lugar era un poco más grande que de costumbre, y según le había dicho Steve, se habían vendido todas las entradas, así que ese lugar que ahora mismo estaba vacío, se encontraría totalmente lleno en unas cuantas horas.
Se fue directamente a su camerino y tomó un poco de té con miel. Tyler cuidaba muchísimo su voz al igual que a su fiel ukelele. A pesar de que Steve le había conseguido uno precioso de color negro con flores pintadas, seguía prefiriendo el viejo y desgastado. Le hacía recordar a aquellos días en el metro, mientras tocaba para Josh. Josh. Le extrañaba, quería verlo y decirle que le gustaba, que le encantaba, que le fascinaba desde que vio su cabello rojo o sus ojos achinados.
Visualizó su ropa en el perchero; unos jeans negros, una remera del mismo color y su preciado kimono con flores rosa pastel, justo como cuando había conocido a Josh. Josh.
Tyler abrió los ojos y se encontraba frente a una multitud de gente que gritaba, algunos lloraban, otros alzaban carteles y otros simplemente grababan con sus celulares o sacaban fotos. El castaño sonrió, mostrando sus chuecos dientes y saludó con una mano a todo el mundo. Podía ver a algunos de sus amigos a pesar de que la luz allí era algo tenue.
“Correcto, ¿Cómo se encuentra todo el mundo hoy?” Se acercó al micrófono y habló, recibiendo muchos gritos de respuesta. Se colocó una mano en su oído, haciendo entender que no había escuchado aunque no fuese así y la gente gritó aún más fuerte. El castaño soltó una pequeña risa y afinó su ukelele, preparándolo para las siguientes canciones mientras miraba a toda la gente. Los flashes lo cegaban un poco e intentaba sonreír para las fotos.
Relamió sus labios y mientras se acercaba al piano situado al costado, la pista de 'Car radio’ comenzaba a sonar. Los dedos de Tyler se movían ágilmente sobre las teclas de marfil, mientras que su potente voz combinada con la del público cantaban la letra de la canción a todo volumen. Bajó al público, como hacía siempre que tocaba esa canción y observaba a todo el mundo quieto, con la mirada congelada. A lo lejos pudo observar algo, más bien alguien que le robó el aliento.Una cabellera rosada, una sonrisa muy grande y unos ojos achinados. Era Josh. No sólo Josh, sino Josh con una camiseta con la cara de Tyler.
El castaño negó con la cabeza sonriendo y se acercó a él. Cuando el clímax de la canción llegó y todo el mundo comenzó a moverse, en vez de ir al escenario se quedó en una pequeña plataforma, cerca de su teñido favorito. Dio sus característicos gritos y podía visualizar a Josh gritando abajo de él. Estaba feliz, muy feliz.
El resto del concierto fue hermoso y muy especial para Ty, ya que podía ver al tintado cantar todas sus canciones con una sonrisa en su cara. No parecía el hombre infeliz y serio con traje que tomaba el metro todos los días.El momento de la última canción había llegado, y el público protestaba a causa de ello. El castaño se encontraba empapado en sudor, pero aún así con una gran sonrisa en su cara y la emoción a tope.
“Sé que todos saben que esta es la última canción…” Dijo Tyler apuntando al público. Algunos pedían que siguiera, pero Ty no estaba autorizado a hacer tal cosa. “Y le he dado el lugar a una muy especial. Ha sido algo de último momento, así que le pido a Steve que me disculpe.” Rió un poco y la multitud de gente también lo hizo mientras aplaudía. “Esta canción es corta, pero muy profunda y demasiado especial para mí. Muchas gracias, Josh.” Dijo al borde de las lágrimas mientras señalaba al chico con cabello rosa.
La gente se dio la vuelta pera ver hacia donde estaba apuntando el dedo de Tyler. Josh sonreía mientras miraba al castaño a los ojos. La gente lo animó a ir hacia adelante y cuando se encontraba abajo del escenario, Tyler le extendió una mano. “Justo como en el primer día.” Habló mientras ayudaba a Joshua a subir.
Josh no sabía qué hacer, sólo podía mirar a los ojos mientras Tyler cantaba con su hermosa voz la misma canción que había tocado con su ukelele la vez que lo había salvado.
“Stay alive, stay alive, for me.
You will die, but now your life is free, take pride in what is sure to…” Antes de finalizar la canción que tenía a todo el público llorando y cantando casi a gritos, Tyler acercó el micrófono a la boca de Josh.“Die.” Finalizó. El castaño se lanzó a los brazos de Josh y este lo rodeó con ellos muy fuerte mientras todo el mundo gritaba.
“Sé que lo hago cada concierto que doy, pero quiero agradecerle a este hombre por hacerme subir a ese estúpido metro todos los días de mi vida sólo para hacerlo feliz con mi música.” Soltó a Josh y le regaló una sonrisa, luego miró al público. “Y a todos ustedes por haber cantado a todo pulmón las letras de las canciones, los amo, realmente lo hago.” Saludó a todo el mundo y se retiró del escenario junto a Joshua.
“Bonito concierto que te montast…” Tyler no dejó finalizar a Josh; lo había tomado de la camiseta, lo acercó a su rostro y acortó la distancia juntando los labios del mayor con los suyos. No se esperaba que Joshua le correspondiese tan rápido, creía que le daría un empujón y que se iría de allí. Las manos del teñido se dirigieron hacia la delgada cintura del castaño, acariciándolo con delicadeza. Ambos se separaron al mismo tiempo y Tyler le sonrió.
“Había querido hacer eso desde que te ví extendiendome tu mano en las vías.” Admitió Ty sonrojándose. Joshua se rió y eso hizo que el castaño riera también.
“Te amo, Joshua. Gracias por salvarme.” Tyler dejó otro beso en los labios del pelirosa y este lo volvió a abrazar.
“Ya me lo habías dicho antes, sabes.” Habló Josh.
“Cállate y dame un beso.” Y Josh lo besó.
Fin.

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Ukelele;; (joshler)
NouvellesTyler se arroja a las vías del metro para rescatar su ukelele y Josh lo salva.