Capítulo 11

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Capítulo escrito por Paula (MagnificentSecret)

Los pasos se oían cada vez más cerca, las sirenas de los coches patrulla se acercaban cada vez más a la casa y ni uno de los tres chicos que se encontraba en aquella habitación sabía cómo reaccionar.

—Creo que lo mejor será saltar por aquella ventana—dijo Phoenix mientras la señalaba con su dedo índice la pequeña ventana que adornaba la habitación.

—Chicos, ¿alguno sabe dónde se encuentra Aurora?—dijo Alexa mientras recorría toda la habitación con la mirada.

—No tenemos tiempo para buscar a Aurora ahora, ella sabrá cómo salir de aquí. Phoenix, Alexa, intenten buscar una buena salida en lo que yo voy a distraer a los guardias.

Corey empezó a caminar hacia la puerta, pero antes de salir se dio la vuelta y le lanzó a Alexa un pequeño objeto, está lo atrapó en el aire con un poco de dificultad, miró su mano. Corey le había pasado la memoria que habían cogido "prestada" minutos antes. Alexa subió la cabeza y sonrió ligeramente.

Después de varios minutos en aquella habitación no se oía nada salvo la pequeña corriente de aire que entraba y salía por la pequeña ventana por la que solo una de aquellas dos chicas había conseguido escapar. De nuevo se oyeron unos pasos apresurados aproximarse a la habitación, la puerta se abrió dejando ver a un hombre de 45 años vestido con un pijama de seda de aproximadamente 1000 dólares buscando con desesperación aquella memoria que escondía en su preciada estantería repleta de libros. Al no encontrarlo pasó su mano por su corto cabello mientras soltaba un ligero pero desesperado suspiro.

[...]

—Alexa, Coral— dijo el guardia de seguridad.

—Es Corey.

—Como sea. Hoy es vuestro día de suerte, alguien os ha pagado la fianza así que estáis libres.

Después de una semana sin bañarme y casi sin ir al baño, gracias al querido segurita por ponerme en la celda con una chica, por fin podría salir y darme un baño como dios manda. Cuando salí de la celda me encontré con a Alexa mirándome extrañamente.

—¿Qué?

—Nada, solo que si no quieres que nadie oiga tus pensamientos no hables, piénsalo, por algo se llama pensamientos—dijo Alexa con sarcásmo.

Corey, siempre la tienes que cagar, de algún modo u otro siempre la cagas.

—¡Otra vez Corey! ¡Piensalo!

—Lo siento, no es mi intención—dije mientras levantaba las manos y elevaba levemente los hombros.

[...]

—Así que te has traído al perro— le dijo Alexa riendo cuando subieron al antiguo coche de la chica.

—¿Qué perro?—preguntó haciéndose la loca.

Los dos chicos alzaron un ceja a lo que Aurora rio debido a la coordinación que habían tenido aquellos dos muchachos. Corey la miró extrañado y le hizo un gesto a la chica que estaba sentada a su izquierda. Alexa soltó una leve risa y le susurró al chico que la dejara en paz, que estaba un poco loca y que a veces le daban pequeños ataques de risa incontrolados. Corey también rio y siguieron contemplando el espectáculo que les estaba dando aquella muchacha.

Al entrar a la casa de Aurora todos quedaron boquiabiertos al ver el enorme desorden que había. Los muebles estaban esparcidos por todo el salón y Phoenix estaba tranquilamente dormida en el sillón.

—¡Phoenix!—gritó Aurora haciendo que la chica se asustará y cayera del sillón abajo.

—Oh no—susurró la chica mirando a su alrededor—. Os juro que esto tiene una explicación lógica, bueno tal vez no tan lógica.

—¿Y esa explicación es...?—dijo Aurora haciendo una ademán.

— Yo había conseguido escapar de la casa de la familia Dónovan, hasta me había asegurado de que nadie me estuviera persiguiendo, pero esos seguritas se habían escondido en nuestro coche y yo no tenía ni la menor idea de que se encontraban allí—comenzó a explicar Phoenix—. Cuando llegué a casa fue cuando me di cuenta de que estaban allí escondidos así que entre lo más rápido que pude a casa.

—¿Y cómo entraron a la casa?— le pregunté.

—La verdad, ni yo lo sé. Le pasé los dos seguros a la puerta además de poner esas dos sillas y rodar el armario, después de eso no recuerdo nada más—afirmó Phoenix.

Alexa fue caminando hacía la puerta, se agachó y comenzó a mirar la cerradura.

—No tiene ningún indicio de haber sido forzada. ¿Estás segura de que la cerraste bien Phoenix?— la chica asintió.

—Creo que ya he encontrado el lugar por donde han entrado—habló por primera vez Aurora mientras señalaba una ventana abierta.

—Yo creo que encontré la razón por la que no te acuerdas de nada más— dije mientras me agachaba y cogía un pañuelo del suelo y se lo pasaba a Aurora.

Seguimos debatiendo sobre si deberíamos de mudarnos a otra ciudad debido a que los hombres de Sr. Dónovan ya sabían dónde nos encontrábamos y él no tardaría en venirnos a buscar, cuando de repente Aurora cayó al suelo. Todos la miramos asustados menos Phoenix.

—No os preocupéis eso le pasa por oler el cloroformo del pañuelo— añadió la chica de lo más tranquila.

—La viste oliendo el pañuelo—la chica asintió—. ¿¡Y por qué narices no le avisaste de que era cloroformo!?

—Quería que aprendiera la lección—contestó Phoenix de lo más indiferente.

Ninguno de los chicos le dijo nada y dejaron a Phoenix y a su "lección" tranquilas.

Al cabo de unas horas Aurora se despertó y los tres chicos le contaron la decisión que habían tomado de mudarse a la ciudad más próxima, ella sin problema acepto.

—Por cierto Phoenix, antes de desmayarme quería preguntarte si tenías la memoria—. Phoenix asintió.

—¿Segura?—cuestionamos Alexa y yo a la vez.

—Segurísima, ahora mismo la sacó—respondió mientras metía su mano en el bolsillo trasero de sus pantalones vaqueros—. Chicos, me temo que tenemos un pequeño problema...

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⏰ Última actualización: Jan 10, 2017 ⏰

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