¿Cómo?

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Cuando el edificio estuvo ya destruido, reaccioné, nunca había habido un Akuma tan poderoso, y eso que era unos de los primeros, cada vez se volvían mas fuertes. Eso me preocupaba, intenta que Ladybug se moviera, pero la pobre se había quedado en shock, solo cuando Cat Noir se movió, entro en uso de razón. 

Cat Noir extendió su bastón y se fue trepando por los tejados.

-" Vamos, ¿a qué esperas?, síguelo" .- le dije a Marinette desde dentro de los pendientes.

-¡Oye!, espérame- le gritó al super héroe. Pero Cat Noir no le hacia ni caso, él siguió sin mirar a atrás. Ladybug lanzó el yo-yo y trepó al edificio para ir detrás de él. 

Llegamos hasta un estadio de fútbol donde había una especie de hombre piedra gigante.

"Marinette, ¿a qué esperas?, ayuda al pobre Cat Noir".

Lo que pasó después lo veo borroso. Una cosa que tienen los kwamis es que cuando llevamos mucho tiempo usando nuestros poderes nos vamos debilitando y hay un momento en que perdemos el sentido, por eso no me acuerdo muy exactamente de lo que paso. 

Cuando recuperé la noción del tiempo, estaba en la casa de Marinette y ella parecía muy contenta.

-Tikki, ¡lo he conseguido!.- me dijo con una sonrisa de lado a lado.

-¡Muy bien Marinette!.- la verdad era que estaba muy orgullosa de ella, pero la felicidad no duró mucho, ya que en el telediario te apareció otra vez lo de corazón de piedra atacando.- ¿Atrapaste el Akuma?.

- NO, SE ME OLVIDÓ.- dijo Marinette al borde del llanto.- Lo sabía soy pésima, no debería seguir haciendo esto.

Entonces vi que se empezó a quitar los pendientes.

-¡No Marinette espera!.- pero fue demasiado tarde, ya estaba otra vez en el minúsculo espacio de los pendientes. Y lo peor de todo era que había fallado al Maestro Fu, esto se me estaba descontrolando,¿qué sería de mi?,¿que pasaría con los Akumas?.

Estuve creo que un día encerrada en ese horrible lugar, intenté llamar la atención de Marinette, pero parecía imposible. Cuando empecé a aceptar la realidad, me encontré otra vez en el exterior, pero ya no estaba en la casa de los Dupain Cheng, si no en la calle. No me lo pensé ni dos veces y le permití transformarse. En cuanto estuvo lista empezó a perseguir al Akumatizado, luego volví a perder el sentido.

Cuando me desperté todo estaba como antes, París había vuelto a la normalidad. Marinette estaba ya más segura de si misma, no se lo que había pasado pero consiguió hacerlo.

Ahora París ya tenía una nueva heroína.

Ladybug.

La vida de una kwamiWhere stories live. Discover now