En el momento que entraste en mi vida lo supe,
Supe que habías venido a cambiarme,
Decías que te importaba, te esforzaste tanto en demostrarlo que pensé que habías llegado a quererme realmente.
Y así fue.
Me quisiste. Tan a tu manera que nadie más lo entendía, con trabajos yo entendía lo que sentías por mí.
Eras tan cabrón, lo sigues siendo.
Destrozaste los muros que había construido para protegerme,
Me hiciste quererte, total y profundamente.
Cabrón.
Cada que te veía mi corazón latía con tanta fuerza,
Sentía que en algún momento saldría de donde estaba y correría en tu dirección.
Cabrón.
Tú y tu mal humor, tus chistes negros y tu parloteo sin sentido me volvían loca. Es irónico porque sentía que me faltaba algo si no escuchaba el sonido que producía tu boca.
¡Cabrón, cabrón, cabrón!
Me convenciste de dejarte conocerme.
Me prometiste quedarte por siempre.
Claro, debí darme cuenta de que son muchas cosas las que dices.
Aún siento ese vacío por dentro que dejó tu partida,
Pero si piensas que me daré por vencida, no te equivoques, hay muchas cosas que tenía planeadas hacer antes de ti.
No todo gira a tu alrededor, no soy tuya y tú no fuiste mío, eso siempre lo supe.
No me voy a derrumbar por ti, voy a ser de mi lo que siempre quise.
Gracias por enseñarme lo que viniste a enseñarme, ahora con lo que sé, creceré y seré grande.
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Causa y efecto.
PoetryBienvenidos a un mundo donde la realidad ha sido distorsionada por una mente triste pero revolucionaria.