Causa y efecto.

Crisis

Han pasado veinticuatro horas desde mi último cigarro.
He tomado la mala costumbre de ponerle nombre a cada uno,
como si al hacerlo se fueran consumiendo cada una de mis fuentes de ansiedad.

A veces sueño con que la tierra se acabará,
o con que mi existencia regresará a ser polvo estelar,
o que simplemente todo lo que conozco no es real,
Que somos el producto de un excelente dramaturgo, o una maldición exitosa.

Tal vez, podríamos ser la condena de un asesino en serie, que quedó en coma,
pues no creo que haya mayor castigo que la mente de uno mismo.
Solo quisiera entender, por qué soy consciente de un abismo
de un dueño sin cara...
¿Seré yo la que se refleja en el espejo, o seré una copia del mundo a través de él?

Hay tantas cosas que quiero saber y tan pocas respuestas.
Me preguntaron que si hubiera un libro con mi vida escrito ¿leería el final?,
ayer hubiera dicho que no lo haría,
Ahora, lo tengo en mente.

Será que me gusta temer al futuro, o solo quiero controlarlo,
más tengo claro que el destino tiene siempre un as guardado.

Así que de nuevo me quedo sin respuestas,
esperando que todas las apuestas
den a mi favor.