Causa y efecto.

Encuentro de almas

Dicen que los ojos son las ventanas del alma. Tienen razón.
Hay que saber observar para descifrar lo que
hay dentro de otra persona.
Uno tiene que saberse dispuesto a leer entre pestañas
para comprender filosofías ocultas.
También dicen que solo una persona en la vida puede leerte,
desnudarte hasta el mínimo detalle, sin necesidad de perversión.

Los ojos son las ventanas del alma.
Por eso cuando sus miradas cruzaron, su interior salió a flote.
Dieron a conocer sus gustos y sueños, fetiches desastrosos e
incluso trozos de pasados rotos.
Sus ojos lo dijeron todo y sus labios correspondieron la telepatía.
Porque hablar es innecesario cuando dos almas se encuentran.