Causa y efecto.

Resaca

Lo pruebas por primera vez y sientes que no necesitas nada más.
Crees alcanzar las estrellas con solo estirar tus manos hacia ellas.
Tiene la sustancia más poderosa de este mundo,
Te vuelves estúpido al primer sorbo.
Ríes a carcajadas, miras hacia el futuro y haces los planes más cursis que se te ocurren.

En ese momento la persona que te acompaña te promete seguir bebiendo del mismo vaso que tú, por siempre,
Esa noche de octubre -quizá- se vuelve inolvidable,
Y ese sabor en los labios tarda en quitarse.
O simplemente no lo hace.

La necesidad a su esencia crece con el tiempo que pasa.
Te nace una felicidad inefable por su causa.
La limerencia se apodera de tu ser,
esa parte de él que creía no querer.

Tristemente, nada dura para siempre, efectos secundarios aparecen de repente.
Crece la crueldad, te entristece más de lo que te hacía feliz,
Te molestas fácilmente.

La Paz y armonía que sentías hace días,
Se cambia por una amarga melancolías.
Atas tus planes a futuro y los entierras,
No soportas el dolor de cabeza a causa de tanto llanto.

Recuerdas el alcohol, recuerdas el cigarro.
Sí, habías olvidado que el amor también tiene resaca.