Encuentro De Generaciones HP💙 *Cancelada por el momento *

Capitulo 11

—Dumby, ¿nos dijo que se les va a borrar la memoria a todos los presentes o no? —preguntó un encapuchado
—Sí, señor —respondió el director con picardía
—Bueno chicos, ya saben que hacer —Dice otro encapuchado a los tres que lo rodeaban. De este modo, los 4 salen corriendo del Comedor y cierran las puertas detrás de ellos.
Comienza a sonar en la sala una música de carnaval, los que se habían presentado comenzaron a aplaudir, alentando a los demás para que también lo hagan. Las puertas se abren estrepitosamente y salen dos leones de fuegos artificiales, que a cada paso que daban tiraban fuegos que explotaban en el techo. Detrás de ellos, entran un ciervo, un perro, una rata y un encapuchado, con la cabeza gacha y algo avergonzado, pero bailando al ritmo de la música. Al llegar a la tarima, los animales rodean al encapuchado y la multitud se asombra. Se transformaron en personas.

Todos empezaron a aplaudir de pie, sorprendidos por el show que acababan de ver. Se escuchaban murmullos de personas preguntando cómo lo habían hecho, qué había pasado, si eso no era ilegal y bla bla bla, pero a los chicos les daba igual. Su entrada triunfal había tenido éxito.
El del medio se quita la capucha, dejando ver a un chico pálido, lleno de rasguños, alto y demasiado flaco, con los ojos y el pelo castaños.
A su lado estaban dos chicos más, de la misma edad, uno con pelo largo negro y otro con pelo castaño y lentes, nada parecidos entre sí pero con una amplia sonrisa, con el mismo brillo de picardía; y, al lado de este último, se encontraba un chico bajito y rechoncho. Rubio, con la cara llena de acne y la sonrisa torcida.
—Bueno —dice el chico con lentes —Nosotros somos
—Redoble de tambores por favor —Agrega el chico de pelo negro
—Los merodeadores —Dicen los cuatro al mismo tiempo.
—Yo soy Remus Lupin, dice el chico que estaba lleno de cicatrices —Soy un licántropo y por eso no me transformé cuando mis amigos lo hicieron. Por eso mismo me dicen Lunático.

Los que estaban en el Gran comedor ya sabían eso, puesto que su querido profesor había sido despedido porque alguien compartió su secreto.

—Yo soy Sirius Black —Dice el de pelo largo y negro con una sonrisa amplia y arrogante —Soy un animago y me transformo el perro, por lo que mi apodo es Canuto.

—Sigo creyendo que pulgas era mejor, sucio —Agrega el chico con lentes —Pero bueno, yo soy James Potter, me transformo en ciervo y me dicen cornamenta. Añado que estoy a punto de casarme con la pelirroja de mi vida —Le guiña un ojo a Lily Evans

—Ya querías Potter —le grita ésta —Eso jamás, antes me suicido.

—Aja lo que digas, yo se que si. Tu corazón está muerto por mí —responde con arrogancia.

Se hace silencio en el comedor. James le da un codazo al chico bajito a su lado.

—Ah, sisi, yo soy Peter Pettigrew... eh me transformo en rata...

Se oyen risas en el comedor.

—Y me dicen Colagusano

Aún mas risas todavía. Solo Harry y sus amigos estaban en silencio. Ellos sabían que el año anterior Peter había sido quien resucitó a Voldemort, y merecía estar muerto. Además también sabían que la rata había traicionado a sus amigos, los padres de Harry, causando su muerte, que encierren a Sirius en Azkaban y que Remus se quede solo.

Sirius casi se para para matarlo, pero Remus lo sujetó. No podía dejar que perdiera la calma y arruine todo.

—Bueno, si eso es todo, nosotros nos retiramos, antes de que filtremos todos nuestros secretos y Dumby nos mate. Parece calmado, pero no lo es... —Dice James mirando a Dumbledore con recelo. El viejo le gritó cuando le quisieron sacar todos los caramelos de limón para una broma masiva a los alumnos de Hogwarts. Nadie sabía si su enojo se debía a la broma o a que se iba a quedar sin caramelos de limón, pero daba igual. Les había arruinado una broma.