Una historia basada en una persona que juró querer estar con otro chico por amor, pero solo estuvo con El para cubrir la necesidad de ese momento, pues no era el único en su corazón.
"No se como paso, solo se que fue la mejor etapa de mi vida" dije alguna vez, cuando aun no era capaz de abrir los ojos y ver mi triste realidad.
Mi familia estaba enfrentando problemas económicos muy grandes, por lo que ameritaba un cambio de colegio, algo mas sencillo, mas económico, pero de calidad. No fue fácil encontrarlo porque sabes, en estos tiempos o te dan un puñado de trigo, o te dan la semilla que cayó del puñado.
Encontramos un colegio, en otra ciudad, por lo que nos mudamos para allá, no había nada que nos detuviera, solo eramos mi madre, mi hermano y yo, pues desde la partida de Papá, todo en la empresa había sido mas difícil para mi madre, por lo que tuvo que dejar de encargada, de nuestra empresa, a su mejor amiga, la "tía" Verónica para que la gran herencia que me había dejado mi padre no quebrara. No te miento, me costaba trabajo entender todo lo que estaba pasando en mi vida, como en un momento todo se desmorono.
Lo mas difícil de cambiarnos de ciudad fue despedirme de mi abuela, era casi imposible dejar de verla, se desbordaba en lagrimas, y no era para mas, tener que dejar partir lejos a su hija y nietos no es fácil.
Fue el viaje mas espantoso de mi vida.
Cuando llegamos a nuestra nueva casa, no sabia que estaba sucediendo y es que es difícil entender lo que pasa pues un mes atrás no paraba de reír con mi hermano y mi padre en el patio mientras mamá preparaba palomitas para pasar la tarde viendo películas, y ahora, no quedaba mas que ese gran hueco por la ausencia de mi papá, la casa era un cementerio, solo se escuchaban nuestros pasos, Mi madre nos dio un beso y se fue a recostar a su cama, estaba exhausta. No sabes que dolor sentía pasar por su recamara y escucharla lamentarse la perdida de mi padre, pasaba horas sentado en las escaleras llorando al escuchar a mamá, mientras tanto en la recamara de mi hermanito, El parecía estarla pasando bien, riendo y jugando con "papá".
Cuando se arreglaron los tramites de mi nueva escuela, habían pasado ya 2 semanas, 2 semanas justas para que los sentimientos en mi casa se arreglaran, claro, aunque el recuerdo de mi Padre nunca se marchara de ahí.
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