Aquella noche lloré. no recuerdo si era soledad, tristeza, frustración, desamor, o una mezcla perfecta de todo ello junto. No recuerdo cuando empecé a llorar ni cuando dejé de hacerlo. Solo recuerdo el amargo sabor de esas lágrimas. Sabor que, en ocasiones vuelve por segundos a mis labios, y me recuerda que la felicidad total no existe. Aquella noche lloré y solo recuerdo que no estabas a mi lado.