Ni bien he empezado, cariño

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Ya os digo que hundirse en una depresión no es algo que quisieras. Llegó un punto en que estaba tan harta de verme rodeada de oscuridad, kleenex y ese fuerte olor a autodesprecio que simplemente le di al botón de insensibilidad. No quería sentir nada. Si sentir significaba sentir esa agonía llamada soledad como si te arrancaran la piel, pues bienvenida sea la insensibilidad.

Creo que miento. No esta "no sintiendo". Algo sentía. Algo quería. Venganza. Pero como?

Después de varios días de lagrimones y llamadas y mensajes no contestados y luego otros muchos días de pensar qué hacer, llegó esa mágica idea.

Aún tenía esa cuenta abierta. La cuenta donde la conocí. Sería un golpe bajo, no? Que más da...

Así empezó mi puterío online hasta encontrar con la persona correcta, que podría usar para dañarla a ella. Solo quería que le doliera aunque fuera una mínima parta de lo que me dolía a mi.

Un día, mientras hablaba con un tío con el que, hay que decir la verdad, tenía unas conversaciones muy interesantes (y si, puedes pensar mal), pues me sonó el teléfono. Estaba esperando la llamada de mi hermana, así que lo cogí sin mirar. Fatal error.

- Por fin me coges... Escucha...

- No puedo ahora.

- Pero es que desapa...

- Sinceramente no puedo ahora ni nunca.

Estaba a punto de colgar cuando el tío con el que chateaba me estaba escribiendo algo demasiado picante como para no reaccionar.

- Me estás diciendo que estás con alguien?

- Perdona?

- No me andes con chorradas. Estás caliente.

- Tu precisamente me lo vas a echar en cara?

- ...

- Eso pensaba

- Pero escucha, yo...

- No, escucha tú!

Arranqué los cascos del ordenador y le di volumen para que escuchara. Que escuchara como nos calentamos y jadeamos. Definitivamente iba a quedar con este chico. Me está ayudando una barbaridad. Espero que le duela...

- Si...

- Si?

- Si duele

- Bien

- Venganza cumplida

- Ni bien he empezado, cariño

IncompleteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora