Capitulo III

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Sentado, esperando que Steve llegue y con un café en la mano pienso como sorprender a Ashley esta noche, creo que debí haberlo planeado antes de actuar, si bien está lleno de excelentes panoramas -no por nada se conoce a Paris como la ciudad del amor- no quiero asustarla con una cita romántica, no es tiempo aún para eso, quizás la mejor opción es ver una película, ya que le encantan, es de esas chicas que estaría horas y horas viendo películas o alguna serie de su gusto, no soy quién para juzgar por qué soy exactamente igual. Veo a Steve entrar y levanto la mano para que pueda verme, se acerca lentamente, se ve destruido.

-Entonces ¿Qué fue lo que pasó? -dije, rascándome la barbilla y sonando lo más comprensible posible.

-Iré al grano amigo, hace unas dos semanas conocí a una chica en una fiesta, por lo que conversamos venía por estudios a Paris, si mal no recuerdo era de España, era una tipa bajita, no superaba el metro setenta, trigueña y con un cabello castaño y con rulos en las puntos -¿qué carajo?...- el punto es que esa noche pasaron cosas, me acosté con ella pero estábamos borrachos, de hecho dudo siquiera que se recuerde de mi. Esa noche las amigas de Sofia me vieron y le llegaron el chisme -ese pelo... ella llevaba aquí casi un mes...- Sofia no quiere hablarme, me exigió que nunca más le dirigiera la palabra, me odia, ¿que puedo hacer? necesito tu ayuda.

Sentí algo extraño en mi, esa sensación de cuando las cosas explotarán, cuando se avecina una tormenta.

-¿Cómo se llamaba la chica de la fiesta? -liquidé a Steve con la mirada.

-Joder Jack ¿que mierda tiene que ver eso ahora?

-¡Responde! -alcé la voz y lo miré desafiante, las venas en mis brazos resaltaban, aún así las que estaban tapadas con tinta.

-Ashley, era una chica de España, me contó que estaba disfrutando los últimos días antes que llegue su padre, también me contó que tenía un amigo de años acá pero que aún no lo ubicaba, que salió con sus amigas y terminó en la fiesta.

¿Esta es una maldita broma? éste imbécil me quiere tomar el pelo. Sentí el pecho apretado, estaba rígido como roble, no podía reaccionar, Steve hablaba y yo solo veía la nada, todo era un silencio horrible, ¿Qué hacía Ashley ahí? ¿Será que dejó de ser la chica que yo conocía? ...

-... Entonces yo le dije que me perdonara, que estaba borracho...

-Debo irme Steve, lo siento pero debo hacer algo.
Subí al coche y fui a casa, me sentí un idiota, en que momento se me pasó por la cabeza que Ashley estaría conmigo, en que momento me ilusioné tanto, no podía sacar de mi cabeza la imagen de Steve y ella. Llego a casa y está el auto del señor Barton, entro y están los tres, mamá, Ashley y su papá.

-Hola a todos, vengo a buscar mis cosas -cabeza abajo camino a mi habitación.

-¿No te ibas el domingo? -preguntó mi mamá un poco confundida.

-Cambio de planes, necesito arreglar muchas cosas, prefiero irme pronto.

Entré a la habitación y comencé a hacer mi bolso, saqué el equipo de música que estaba en mi pieza y lo deje en el jeep, todas las pequeñas cosas que me recordaban quién era se iban conmigo en una caja, voy a buscar el último bolso en lo que Ashley entra.

-¿Que pasa Jack? Estás un poco raro.

-No pasa nada, solo debo irme -no le dirigí la mirada, no podría mirarla sin imaginarla entre los brazos de Steve.

-¿Que pasará con la nota que dejaste? ¿Ya no hay planes para hoy? -Ashley estaba desconcertada, no tenía idea de lo que pasaba, pero yo no podría decirle que estoy enfadado por qué se acostó con mi mejor amigo, no tengo ningún derecho para pedir explicación, no tengo ningún derecho sobre ella y nunca lo tuve.

Hermoso sería arriesgarse y que todo salga bien.Where stories live. Discover now