Sam y yo llegamos al estadio, un poco temprano para ser sincero, 20 minutos antes, en los camarines está el entrenador, una cara de pocos amigos lo caracteriza, hacemos un gesto con la cabeza y entramos, en eso que nos estamos cambiando llega Jackson.
-Con que éste es el idiota que viene a jugar en mi puesto- soltó con una voz molesta y me miró- espero tengas las agallas para estar a mi nivel muchacho -definitivamente no soporto a éste imbécil.
-Espero juegues tanto como hablas -dije, con una sonrisa, Sam rió a mi lado y Jackson se acercó bruscamente.
-Muy divertido idiota, ¿tienes algún problema? -se puso frente a mí desafiante.
-Dímelo tú -me levanté y me puse frente a él- no busco problemas, pero si quieres puedo causártelos en la cancha, quedando con tu puesto...
-Veremos si estás al nivel -dijo el entrenador desde la puerta- vístanse y en 10 minutos los quiero calentando.
Salimos del camarín y dejamos nuestros bolsos en el auto, al momento de llegar a la cancha estaba todo el equipo, éramos los nuevos y obviamente nos harían sentir intimidados. Una vez terminado el entrenamiento físico el entrenador formó dos equipos, titulares contra reservas, Sam y yo estábamos en los reservas, frente a nosotros teníamos a los mejores de la universidad.
-Solo hagamos lo que sabemos -miré a Sam y comenzó a moverse la pelota.
Si bien era un entrenamiento nos jugamos la vida, no me dejaría vencer por un tipo como Jackson. Un error del central que su delantero aprovechó y marcó el 1-0, Jackson nos gritó el gol en la cara, mire a Sam y ya sabíamos que hacer, solo había jugado una vez con él pero parecía que nos conocíamos de toda la vida. Damos la partida nuevamente y le dejo el balón atrás, Sam pica en profundidad y me llega el balón, levanto la vista y lo veo marcar una diagonal perfecta entre el lateral derecho y el central, lanzo un zurdazo que pareció una pincelada, el balón cayó anestesiado en su botín derecho y sin esperar un segundo más clavó el balón en el ángulo, corrí a celebrar con Sam y pasé frente a Jackson.
-Cuídate de nosotros -le guiñé el ojo y se escuchó el pitido final.
Ya de noche, Sam pasó a recogerme, me senté atrás con Sofia, él manejaba y Adri a su lado tomándole la mano, recorrimos las calles de Paris hasta que dimos con un mirador el cual no conocía, sacamos unas cervezas y comenzamos a hablar de todo un poco, de la primera vez que Sam y Adri se vieron, en un recital de Maroon 5 hace 2 años, ambos cantaban su canción favorita ... I miss the taste of a sweeter life... -cantó Adri- ... I miss the conversation ... -continuó Sam- así fue como pasaron juntos su primera noche y una de las mejores, aseguraron ellos. Sofia por su parte estuvo algo tímida toda la noche, hablando solo cuando Adri le consultaba algo y riendo solo cuando todos reían, como intentando encajar a la fuerza. Llevábamos un buen rato y las cosas entre Sam y Adri se comenzaban a ir de las manos, nuestra pequeña reunión comenzaba a convertirse en algo más... algo más fogoso, con Sofia nos miramos y al mismo tiempo dijimos.
-Iremos a caminar... -Sam y Adri ni se inmutaron en mirar, entendimos eso como un "hagan lo que quieran, no molesten".
Nos alejamos un poco y Sofia por fin se hizo presente con algo fuera de las historias de Adri.
-Al parecer hace bastante estábamos estorbando allí -sonrió y giró la vista para mirar que tan alejados estábamos.
-Hubiéramos sabido que los chicos terminarían así veníamos en auto para después poder irnos a casa por nuestra cuenta- sinceramente solo quería llegar a casa, el entrenamiento no fue nada simple y ya quería dormir.
-Ese no es un problema la verdad, mi casa queda muy cerca, si quieres me acompañas, terminamos con las cervezas y pides un taxi -creo que esa idea es mejor que caminar a la deriva por horas mientras Sam y Adri terminan lo suyo.
-Está bien, vamos a tu casa...
Caminamos unos cuantos minutos y dimos con el edificio, subimos por el ascensor, conversando de todo un poco, la verdad Sofia era bastante agradable, no era la chica que pensaba. Una vez en su departamento nos sentamos en el sofá, Sofia me miró seria.
-¿Puedo preguntarte algo? -la cara de Sofia cambio de un momento a otro.
-Si -respondí y puse una posición más seria.
-¿Tú conoces a Ashley Barton?-Si, la conozco de hace años -¿por qué Sofia me pregunta por ella? Será qué...
-Ella fue el motivo de por qué Steve terminó conmigo -una lágrima cayó por su mejilla.
-¿Como? ¿Terminaste con Steve? -maldito mentiroso.
-Él me dijo que no podía estar conmigo por qué le interesaba otra persona, me confesó que se había enamorado de Ashley -ahora entiendo, todo fue parte de su plan, él hizo que nos alejemos para que así pudiera conquistar a Ashley sin que yo estuviera molestando, por eso es que ahora no me dirige la palabra e intenta ocultarse cuando está con ella.
-Es un farsante, según él, tú lo obligaste a alejarse de mi -le expliqué la situación a Sofia.
Tomé un taxi a casa de mi madre, necesitaba saber que pasaba entre Ashley y Steve, no podía dejar que el amor de mi vida terminara con alguien así. Ya era tiempo de decirle todo, era momento al fin de hablarle de mis sentimientos a corazón abierto.
Golpeé la puerta y salió mi madre.
-Hijo, ¿que pasó?
-Necesito ver a Ashley, ¿está aquí?
-Ella se fue hoy Jack, se fue a vivir a un departamento en el centro, puedo darte la dirección si deseas.
Tomé la dirección y salí en su encuentro, no entendía el por qué de irse a vivir sola. Llegué a un edificio gigante, según la dirección ella estaba en el décimo piso, habitación 104, golpeé la puerta y se abrió lentamente.
-¿Qué haces aquí? -no entendía nada, que hace éste idiota aquí, me hervía la sangre.
-¿Qué quieres Jack? -Steve sonrió provocándome- estoy acostado con la hermosa Ashley, ¿puedes irte?
-Imbécil -abrí la puerta de golpe y en un segundo golpeé a Steve, mis brazos estaban duros como roca, no escuché los gritos de Ashley, solo veía la cara de Steve ensangrentada y mis nudillos rotos.
-Vete de aquí -gritó Ashley, volteé a verla y allí estaba, desnuda en el pasillo, mirándome horrorizada. Mi mundo se tumbó, no reaccionaba a nada, Ashley me dio una cachetada, yo solo estaba perplejo frente a ella mirándola, me golpeaba y nada, no reaccionaba, mis ojos se llenaron de lágrimas.
-¿Cómo pudiste Ashley? -las lágrimas caían y seguía sin poder moverme.
-¡Jack vete! no quiero verte nunca más -esas palabras calaron en mi corazón como cuchillos.
Salí de la habitación y vagué por el pasillo, caminaba de un lado a otro y con la mirada perdida, llegué a las escaleras de emergencia, me senté en el los escalones y lloré, lloré como un niño buscando auxilio, no tenía a nadie a mi lado, entonces comprendí que estaba tan enamorado como nunca y tan solo como siempre.
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Hermoso sería arriesgarse y que todo salga bien.
Teen FictionUn joven se muda a otro país en busca de un nuevo comienzo luego de un terrible accidente, cree que podrá pasar desapercibido, pero el destino le tiene una historia algo diferente.